sábado, noviembre 30, 2013

lluvia de primavera


Comienza a caer una inesperada y copiosa lluvia de primavera, te tomo de la mano y corremos entre risas, besos y saltos, intentando esquivar los pequeños charcos que comienzan a formarse. Cruzamos la calle zigzagueando entre los autos, la lluvia se desata y esta vereda no tiene ningún lugar donde refugiarse, intentamos correr más rápido, nos detenemos, veo tus ojos que brillan mientras el maquillaje corre bellamente por tu rostro, y la ropa pegada al cuerpo revelando tus sensuales formas, lanzamos carcajadas y nos vamos relajamos.

Llegamos a nuestro edificio y volamos al ascensor, mientras se cierra la puerta comenzamos a besarnos tan profundamente como si fuera el último beso de nuestras vidas. Subes una de tus piernas abrazándome con ella, aprovecho su inclinación para meter mi mano bajo tu falda y acariciar y apretar tu culo, rozando con la punta de mis dedos tu sexo, mientras con la otra mano te aferro hacia mi, comiéndote la boca y el cuello. Pasan un, dos, tres, cuatro, y no se cuantos pisos, permitiéndonos amarnos mientras nos lleva hasta nuestro refugio. Salimos rápido del ascensor con tu blusa y mi camisa desabrochadas, no paramos de besarnos, saco la llave, abro la puerta y tú me empujas con un gran beso hacia adentro… vamos dando tumbos por las paredes mientras nos desvestimos, acariciamos, mordemos y besamos. Las cortinas están abiertas permitiendo que cualquiera nos vea, pero no nos importa, es más le da un aliño extra a esta vorágine de gozo, somos presa complacida de nuestro amor, todo corazón es un cazador solitario, y nosotros nos devoramos volviéndonos solo uno. Te levanto sentándote en el respaldo del sofá, desabrocho mi pantalón y te penetro tan profundo como es posible, pudiendo sentir en ese mágico camino todo el fuego placentero que guardas para mi, chupo tus pezones mientras tus caderas bailan con mi falo, nos movemos tan intenso que el sudor nos recorre y nos une, subo tus piernas y las cruzas alrededor de mi cuello, y guiado por la humedad de tu vulva meto mi miembro en tu culo. Que placer, que voluptuosidad divina, sentir como me exprimes desde lo más hondo de tu pasión. Mientras mi sexo se vuelve como un fierro que crece y crece gracias a tu lujuria, te dejas caer por el respaldo del sofá gimiendo de forma tan exquisita que me vuelves vicioso y potente. Nos revolcamos por la alfombra regalándonos todos los placeres que sabemos nos gustan, y no se cuantas horas han pasado, pero me encanta que seamos libertinos insaciables desde nuestro auténtico amor.

Los primeros rayos de sol que entran por la ventana, avanzan hasta que alcanzan y cubren nuestra cama… te despiertan y comienzas a acariciarme, yo abro los ojos y tú me dices “amo despertar y que estés a mi lado”… nos besamos, recorro tu cuello, desciendo por tus senos, me quedo mordiendo y besando tus pezones, al mismo tiempo que con mis dedos estimulo tu perla, que se asoma ansiosa de más… sigo su llamado y bajo hasta ella, y con mi lengua y labios le doy tanto placer como me pide y más… y gimes y me encanta... tiras de mi pelo para luego fusionarme a tu sexo, paso largos e inolvidables minutos compartiendo lujuria con esos labios que bañan mi rostro… y subo, y tú tomas mi miembro metiéndolo dentro de ti, y nos volvemos uno, con movimientos suaves y ondulantes que nos transportan a las sensaciones más puras y auténticas que alcanzan nuestras auras… cuando caen pequeñas lágrimas de éxtasis por nuestras mejillas y te confieso “gracias por enseñarme a amar”…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

susúrrame tus pensamientos...