Atrapados en un taco junto a una
compañera de trabajo, reímos repasando los detalles de la extenuante reunión
donde al fin todo salio bien, el pausado viaje en taxi poco a poco bajan
nuestras revoluciones en un convulsionado día más en la ciudad. Me despido y
bajo en la esquina a una cuadra de mi departamento, camino aún algo acelerado,
paso por fuera de cafés favorecidos por una clientela siempre diversa e
incesante, un restorán que ya cuenta con sus primeros comensales y una tienda
de objetos curiosos para el hogar, decenas de personas, historias, vivencias,
miradas que me murmuran que aunque están felices, siempre esperan que pase algo
más…
Más adelante veo que ya abrió una
pequeña y acogedora tienda que hace semanas estaba en construcción, al entrar
con sedienta alegría me doy cuenta que se trata de venta de todo tipo de
bebidas de fruta natural, entro, me gusta la alegría de sus colores y olores, y
la simpatía de las chicas que atienden, pido un heladísimo jugo de piña, pago,
y cuando comienzo a girar para irme, desde el fondo se abre una puerta
irrumpiendo una ola de luz, suavidad y belleza embriagadora… tú, delicada y
vaporosa avanzas y atiendes sonriendo a un nuevo cliente, yo me quedo inmóvil y
cautivado por unos segundos, para luego despertar e irme con una inspiradoramente
inexplicable sensación.
Los últimos días mi mente ha sido
visitada por ti… y tú, agradable forastera me haz llenado de preguntas para las
cuales no se si quiero respuestas, sólo me gusta recordarte y desearte, aquella
seductora sensación de felicidad…
Hoy me regale unos minutos para
visitar una librería, un alto en la ruta siempre confortable para descubrir
nuevos nortes. Recorro muy muy lentamente cada pasillo, intentando sumergirme en
mundos polifacéticos hasta dar con el elegido, los toco, miro, ojeo al azar,
despliego las alas de mi instinto para dar con las palabras que transformarán
el día, doy pasos sin rumbo fijo, más bien erráticos sólo esperando, contemplando…
y como sólo ocurre en la vida real, varios pasillos más allá estas tú sumida leyendo,
ágil y aprovechando tu concentración me escabullo hasta llegar un par de
pasillos por tu espalda, arranco una hoja de mi libreta y te escribo lo que
siento… avanzo sigiloso sin que percibas mi presencia, y al pasar justo por
detrás dejo caer una nota en el bolsillo de tu vestido continuando mi camino lo
más rápido que puedo, salgo de la librería y sin más me alejo… y así pasan los
días buscando la forma de seguir sembrando más notas que cuenten el relato de
lo que siento… en tu bicicleta, bajo el vaso de un cliente en la tienda, por
debajo de la cortina cuando cierran, todo lugar es fiel cómplice de los
sentimientos ardientes de este verano complaciente.
El sol se oculta por hoy
entrecruzando los mundos con sus colores, retorno por la acera de la tienda de jugos,
esta todo en silencio y su vidriera plegable cerrada, me detengo un par de
segundos que son recompensados cuando detrás del mostrador te levantas tú, me
miras y explota aquella sonrisa de mirada y labios generosos, te hago un gesto
para que abras, sin pensar lo haces, y al anunciarse apenas un espacio que nos
conecta, lanzo una avalancha repitiendo todas las notas que te he escrito, tú
con los ojos flotando en lágrimas felices quedas inmóvil sin palabras
disparando directo a mi corazón, cae una gota, yo termino de abrir lo
suficiente para entrar y cierro nuevamente, te abrazo tan intensamente que nos
convertimos en uno, giramos junto a un primer beso que se prolonga
convirtiéndose en otro y otro y otro más, acariciamos ansiosamente nuestros
cuerpos hasta llegar detrás del mostrador, las únicas luces están lejos, todo
es penumbra, nuestro delirio amoroso nos lleva a topar con uno y otro costado,
sin querer se enciende una de las jugueras que comienza a mover el zumo que
tenía dentro, te tomo del culo levantándote hasta sentarte sobre la tabla, y al
hacerlo me sumerjo entre tus piernas abandonándome al placer, lamo y beso tus
piernas hasta llegar a la humedad y calor de tu sexo, voy a colmarte de
caricias como premio a la fuerza del imán de tu corazón, lamiendo cada detalle hasta
beber el elixir desde tu perla, gimes dulcemente, aprietas mi cabello hacia ti
dejándote llevar por las razones de la piel, te bajo del mostrador dejándonos
caer en nuestro delirio amoroso, con sólo estar tan cerca das más y más fuerza
a mi miembro, te masturbo y tú lo haces conmigo, te beso, lamo y muerdo mil
veces, la humedad me succiona a tu santuario ¿gozas cómo penetra? esclavos de
la voluptuosidad gemimos gustosos, siento como aprietas mi falo, te masturbo
por el culo y con la otra mano te ofrendo palmadas y caricias en tus nalgas,
las aprieto, que delicia sentir tu clítoris frotar mi miembro… bajas, lo metes
en tu boca succionándolo profundamente estimulando mi semen, giro para lamer el
pequeño orificio de tu trasero, al tiempo que masturbo vigorosamente tu perla…
con nuestros incesantes movimientos, más el propio de las máquinas, comienzan a
caer los jugos sobre nosotros… naranja, piña, manzana, pera… todos refrescantes
sabores que nos bañan, caen cubriendo nuestros cuerpos emulando las olas de
humedad que estallan desde tu sexo… cubiertos de líquidos no resisto más el
intenso calor de tu culo y me aventuro en la lujuria de las paredes de tu ano, como
me absorbe y exprime, sabroso deleite frutal, gimes más y más, me obligas a no
detenerme, la cautivante fiesta de sabores y aromas, la seductora alegría de
nuestros cuerpos… jamás he conocido una sensibilidad como la tuya… te sientas
cabalgando sobre mi, bebo las últimas gotas que corren por tus pezones, nos
besamos y suavemente caemos recostados sobre el suelo… aún dentro de ti nos
quedamos abrazados entre besos, líquidos frutales, sexuales y miradas… reímos,
nos acariciamos, nada más existe…
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