sábado, noviembre 30, 2013

lluvia de primavera


Comienza a caer una inesperada y copiosa lluvia de primavera, te tomo de la mano y corremos entre risas, besos y saltos, intentando esquivar los pequeños charcos que comienzan a formarse. Cruzamos la calle zigzagueando entre los autos, la lluvia se desata y esta vereda no tiene ningún lugar donde refugiarse, intentamos correr más rápido, nos detenemos, veo tus ojos que brillan mientras el maquillaje corre bellamente por tu rostro, y la ropa pegada al cuerpo revelando tus sensuales formas, lanzamos carcajadas y nos vamos relajamos.

Llegamos a nuestro edificio y volamos al ascensor, mientras se cierra la puerta comenzamos a besarnos tan profundamente como si fuera el último beso de nuestras vidas. Subes una de tus piernas abrazándome con ella, aprovecho su inclinación para meter mi mano bajo tu falda y acariciar y apretar tu culo, rozando con la punta de mis dedos tu sexo, mientras con la otra mano te aferro hacia mi, comiéndote la boca y el cuello. Pasan un, dos, tres, cuatro, y no se cuantos pisos, permitiéndonos amarnos mientras nos lleva hasta nuestro refugio. Salimos rápido del ascensor con tu blusa y mi camisa desabrochadas, no paramos de besarnos, saco la llave, abro la puerta y tú me empujas con un gran beso hacia adentro… vamos dando tumbos por las paredes mientras nos desvestimos, acariciamos, mordemos y besamos. Las cortinas están abiertas permitiendo que cualquiera nos vea, pero no nos importa, es más le da un aliño extra a esta vorágine de gozo, somos presa complacida de nuestro amor, todo corazón es un cazador solitario, y nosotros nos devoramos volviéndonos solo uno. Te levanto sentándote en el respaldo del sofá, desabrocho mi pantalón y te penetro tan profundo como es posible, pudiendo sentir en ese mágico camino todo el fuego placentero que guardas para mi, chupo tus pezones mientras tus caderas bailan con mi falo, nos movemos tan intenso que el sudor nos recorre y nos une, subo tus piernas y las cruzas alrededor de mi cuello, y guiado por la humedad de tu vulva meto mi miembro en tu culo. Que placer, que voluptuosidad divina, sentir como me exprimes desde lo más hondo de tu pasión. Mientras mi sexo se vuelve como un fierro que crece y crece gracias a tu lujuria, te dejas caer por el respaldo del sofá gimiendo de forma tan exquisita que me vuelves vicioso y potente. Nos revolcamos por la alfombra regalándonos todos los placeres que sabemos nos gustan, y no se cuantas horas han pasado, pero me encanta que seamos libertinos insaciables desde nuestro auténtico amor.

Los primeros rayos de sol que entran por la ventana, avanzan hasta que alcanzan y cubren nuestra cama… te despiertan y comienzas a acariciarme, yo abro los ojos y tú me dices “amo despertar y que estés a mi lado”… nos besamos, recorro tu cuello, desciendo por tus senos, me quedo mordiendo y besando tus pezones, al mismo tiempo que con mis dedos estimulo tu perla, que se asoma ansiosa de más… sigo su llamado y bajo hasta ella, y con mi lengua y labios le doy tanto placer como me pide y más… y gimes y me encanta... tiras de mi pelo para luego fusionarme a tu sexo, paso largos e inolvidables minutos compartiendo lujuria con esos labios que bañan mi rostro… y subo, y tú tomas mi miembro metiéndolo dentro de ti, y nos volvemos uno, con movimientos suaves y ondulantes que nos transportan a las sensaciones más puras y auténticas que alcanzan nuestras auras… cuando caen pequeñas lágrimas de éxtasis por nuestras mejillas y te confieso “gracias por enseñarme a amar”…

viernes, noviembre 29, 2013

las vías del deseo


Admiro por la ventana como lentamente se transforma la naturaleza volviéndose cada vez más verde, mientras mi paladar festeja en un coche comedor totalmente lleno, del que fui el último afortunado en encontrar una mesa disponible. Junto a mi la lectura que llevo para este viaje y un ipod con la banda sonora justa para esta envolvente atmosfera. Escucho como disfrutan familias, niños inquietos y divertidos, señores y damas riendo a todo pulmón, todo gracias a la comodidad que permite viajar en tren, donde si tienes el impulso puedes caminar con total libertad. La vía da un pequeño giro y un potente rayo de sol baña mi mesa, me levanto cerrando un poco la cortina, me vuelvo a sentar, frente a mi avanza una simpática azafata sonriendo a los pasajeros, y detrás de ella aparece el aura de un nuevo sol… distinto, de piel suave y perfumada, pero que brilla y da más calor que el astro rey, y espontáneamente todo comienza a gravitar en torno a ti, realizándose una fotosíntesis de sensualidad y deseo. Como las mesas del coche están llenas, te detienes junto a la mía, me miras y preguntas… ¿podemos compartir la mesa?... por algunos segundos me quedo en silencio por la sorpresa, y te digo que estaría encantado. Como yo ya estaba avanzado, pides tu plato, y juntos escogemos una buena botella de vino. Reímos, nos contamos un par de anécdotas de nuestras vidas, y con cada palabra casi podía ver en cámara lenta el movimiento de tus labios y el brillo hipnótico en tus ojos. Luego de largos minutos que no quería que terminaran, te despides, y con movimientos suaves te levantas alejándote frente a mi.

Reclinado en mi asiento disfruto de la lectura, es de noche y ya casi todos han apagado sus luces, yo aún sigo muy despierto y decido disfrutar del paisaje nocturno con una copa en el bar. Abro la puerta del coche y como un mensaje del destino estás solo tú bebiendo un bourbon con hielo. Giras, me miras, sonríes saludándome y estirando tu mano como tratando de alcanzarme, yo extiendo la mía, te abrazo y doy un beso. Camino a la barra, pido lo mismo que bebes tú, y vuelvo junto a ti para disfrutar del momento. Festejamos mezclando ansiedad, deseo, enigma y confianza, ahora nos contamos detalles de nuestras historias… con intensidad nos miramos, y cada vez que posamos el vaso en la barra junto a la ventana, rozamos nuestros brazos iluminados por una majestuosa luna llena. Pedimos varias rondas, y entre risas creo que te gusto y tú me encantas, y comienzo a sentir como flotan las feromonas fusionando nuestros cuerpos sin siquiera habernos besado. Y nuevamente, de forma inesperada, te levantas, me das un inspirador beso entre la mejilla y los labios diciéndome que estás mareada, y te vas… termino mi último vaso excitado y decepcionado, aunque luego sonrío con chispazos de instantes maravillosos que pasamos juntos. Vuelvo a mi asiento, lo reclino e intento dormir.

Luego de un tiempo en que creo haber dormido algo, me dirijo al baño. Al llegar esta ocupado, espero unos minutos, suavemente se abre la puerta, y apareces tú…
Sonríes, yo también, me miras muy profundo, respiras hondo y tomando mi mano me llevas dentro del baño… comenzamos a besarnos como si quisiéramos ser sólo uno, acaricio tu culo y tú mi pecho recorriéndome hasta llegar a mi sexo, mi espalda choca con el seca manos que lanza aire caliente que parece frío comparado con nosotros, que somos brazas de lujuria hambrienta. Te abrazo, beso, muerdo, disfruto de tus sabores y perfume paradisíaco, y tú te arrodillas metiendo mi falo en tu boca, lo besas por todo su largo, juegas con tu lengua en la cabeza, y yo acaricio tu pelo, en momentos tirándolo suavemente y guiándote más adentro… movido por el éxtasis de cada uno de tus detalles, te tomo ágil del brazo levantándote, y luego de la cintura te subo sentándote en el lavamanos, me pongo el condón sin dejar de besarte, corro los bellos encajes que cubren tu húmedo sexo, penetrándote lo más profundo que mis fuerzas me permiten hacerlo… nos movemos rápido, y lento, y rápido, somos llevados por toda la pasión de nuestros universos… te levanto las piernas hasta posarlas en mis hombros, las beso, tú rasguñas suave e intensamente mi pecho, te inclinas para besarme, aprieto tus senos, más fuerte en los pezones, los muerdo y beso, recorro tu cuello, labios… siento como fluyen las más deliciosas cascadas bañando y desbordándose alrededor de mi miembro… y danzamos flotando como libertinos gozando de nuestro desenfreno…

martes, noviembre 26, 2013

amabilidad


Me faltaban algunas cosas y tuve que ir al supermercado. Al llegar estaba lleno, respire hondo y me lancé a la búsqueda. Los pasillos eran una carrera de obstáculos, pero comencé a ver todo como una armónica danza en cámara lenta. Ayudado de un canasto tome lo necesario lo más rápido que pude, y para divertirme en el camino, como dice aquella vieja terapia, imagine a todos desnudos. Al tener lo que necesitaba camine hacia una de las cajas, y como era de esperar me recibieron largas colas, elegí una y comenzamos a avanzar. De pronto, sin esperar nada, en la fila de al lado estabas tú vestida divina, una blusa de tela generosa que dejaba ver los detalles de tus brazos, vientre y tus senos, junto a un pantalón a rayas verticales que ascendían como queriendo penetrar en tu cálida intimidad, al tiempo que describían las curvas de tus caderas y piernas. Tú fila avanzo más rápido que la mía y te perdí de vista. Llegue a la caja, pague y al fin me fui cargando mi bolsa y repasando en mi memoria chispazos fugaces de tu belleza.

Al estar en la calle, con sorpresa y alegría te reconocí algunos metros más adelante, y como si fueras un imán de sensualidad no pude resistir los deseos de caminar hacia ti, y comencé a seguirte. Cada paso que das es una invitación a admirarte, y tus caderas de lado a lado provocan explosiones de hormonas que quedan suspendidas en el aire, que el viento virtuosamente las trae hacia mi. Y de pronto el regalo… tu bolsa se rompe y yo que me encontraba tras de ti acudo a ayudarte. Tú te agachas, yo llego, nos saludamos y me inclino frente a ti recogiendo juntos tus alimentos. Me dices con elegancia que no me moleste, y yo te respondo que no es una molestia si no más bien un placer. De tus dos bolsas, ahora tenemos todo listo y guardado en una, mencionas lo pesada que está, te alistas para irte y yo te detengo diciéndote que estas loca y que por supuesto yo te acompaño con las bolsas hasta tu departamento.

Caminando juntos, de reojo no puedo evitar recorrer tu cuerpo una y otra vez, y cada vez que no me miras respiro lo más hondo que puedo absorbiendo hasta el último rastro del perfume de tu piel. No hablamos demasiado, yo muy tímido trato que no se note aprovechando este bello momento, y tú guapa y desenvuelta me dices lo gentil que fui y uno que otro comentario acerca de la gente y como reaccionan en estos tiempos de individualismo. Tu edificio estaba cerca, llegamos a la puerta y me preguntas ¿me acompañas hasta arriba?... y yo sin siquiera pensarlo te digo que sí. En el ascensor no hablamos, solo nos miramos y sonreímos, y nuestras respiraciones son profundas y lentas, como si con ese aire nos contáramos y compartiéramos cada uno de nuestros placeres. Nos bajamos del ascensor y caminamos lentamente por el pasillo, llegamos a la puerta, la abres y me invitas a pasar diciéndome que te acompañe… te sigo hasta la cocina, dejo tu bolsa sobre el mesón y al girar estás tú que te lanzas sobre mi pecho y comienzas a besarme intensamente, besos de mujer madura, vivida, plena… nuestros besos llegan al desenfreno acompañados de calientes caricias, me tomas de la mano llevándome hasta el salón, me empujas sobre el sillón, te sientas sobre mi, sacas rápido mi polera y con ella misma amarras mis manos por detrás del respaldo… yo río y me excito con esta inmovilidad esperando ansioso y sumiso tu dominio… te paras frente a mi y comienzas a desvestirte rápido pero con gracia y suavidad, me bajas los pantalones, con una sonrisa descubres que no uso ropa interior y te inclinas para besar mis piernas jugueteando justo junto a mi sexo, el cual crece desbocado, pero tú lo ignoras subiendo con besos hasta mi pecho, cuello, boca,… me muerdes los labios, recorres mi rostro, vuelves al cuello, y nuevamente bajas… yo ya no puedo más, mi miembro se vuelve tan grande como el deseo que tengo por ti, y tú aún no lo tocas, solo sonríes… te suplico que le des tregua, que lo mimes, que me permitas entregarte todo el placer que te mereces… pero tú no me escuchas y sigues recorriendo mi piel, con besos y uñas que marcan nuestra fusión con suavidad… repentinamente con la agilidad del fuego abrasador, te subes tomándolo y metiéndolo directo hasta el fondo de tu calor. Galopas con frenesí descubriendo tú ritmo, el ritmo de la lujuria, del deseo, del placer… el que sólo tú conoces, el goce pleno de una mujer que juguetea con sus orgasmos… y gimes, y rasguñas, me dominas y te gusta. En uno de tus ondulantes movimientos sacas mi sexo metiéndolo en tu culo, puedo sentir las más fascinantes brazas en tu interior, que me exprimen y queman, y sigues moviéndote guiada por la sabiduría de tu perversión… gritas más fuerte, al tiempo que con una de tus manos azotas tu clítoris y lo mueves rápido superando los limites de tu goce… tu humedad salta mezclándose con nuestro sudor en un elixir que nos baña… te mueves más rápido gritando como nunca, caen por tu mejilla algunas lágrimas, te detienes y me abrazas entre risas de indescriptible felicidad…
Te levantas, me sueltas, con tu mano haces que me pare, entregándome la ropa y la bolsa me llevas hasta la puerta, la abres, suavemente me empujas hacia fuera, y con un gran e inolvidable beso te despides y la cierras.

miércoles, noviembre 20, 2013

amigos de juventud


La cena ha estado divertida, es verdad que tuvimos que invitar algunos obligados, pero ahora que ya se han ido casi todos, puedo decir que nuestros amigos de siempre nos han vuelto a salvar, haciéndonos reír hasta las lágrimas olvidando a los pesados. Sólo queda tu amigo de adolescencia y su pareja, que como vienen desde lejos y conducir hasta su hotel en estado de fiesta total es peligroso, les ofrecimos que se queden en la pieza de alojados.

Seguimos la fiesta recordando inolvidables momentos de juventud, las copas van de un lado para otro y desde hace rato que perdimos la cuenta. Risas y bailes espontáneos nos envuelven, mezclado con pausas de conversaciones a veces divertidas y en otras profundas e intimas que rozan deliciosas confesiones que sólo brotan a la luz gracias a la lubricidad de los brebajes que fielmente nos acompañan. La bella y simpática pareja de tu amigo, entre bailes se detiene y decide irse a dormir. Tu amigo aún esta muy animado, la besa y se queda con nosotros siguiendo con la vorágine de alegría.

Los tres caemos exhaustos en el sillón, gotas de sudor lentamente recorren las formas de nuestros cuerpos, la música continúa haciendo vibrar nuestros pechos y marcando latidos sincopados en nuestros corazones. Nos miramos, decimos cosas divertidas, susurros al oído y reímos. Repentinamente nos sorprende el cambio de música aleatorio, con ritmos suaves y sensuales… aún quedan un par de risas que con sutilezas se comienzan a transformar en labios felices con sed de algo más… tú y yo nos miramos y acariciamos… comenzamos a besarnos, recorro tu cuello, al tiempo que acaricio tus piernas, caricias con las que tus senos también se bañan… y comenzamos a viajar por las sensaciones que más disfrutamos… con tu suave e intrépida mano tocas mi miembro duro y cada vez más grande, sabes muy bien como hacerlo, estimulando este aguijón de tus placeres. De pronto recordamos que junto a ti esta tu amigo, el cual todo este tiempo, sin darnos cuenta, nos a acompañado con sus miradas y pleno deseo. Y en este ambiente colmado de caricias y excitantes voluptuosidades, sin palabras, ambos lo miramos e invitamos a ser parte… le tomas su mano dirigiéndolo a tu vientre, él siguiendo el rito espontáneo cobra movimiento, y con algo de timidez comienza a acariciarte recibiendo con felicidad su premio, un regalo que lo traspasa desbordándonos a los tres.

La imaginación siempre ha sido el más grande anfitrión de los placeres, y en esta ocasión la amistad entre ustedes alimenta el encuentro con intensas manifestaciones, son guiados por una lujuria fresca y excitante… miro por un instante como se reconocen… recorriendo sus detalles… él descontrolado y tú calmada, experta, diosa, guiándolo por los caminos del goce. Me uno a ustedes y con total naturalidad dos viriles súbditos nos volcamos a darte placer a ti, nuestra sacerdotisa de la satisfacción sin limites. Todos tus deseos serán cumplidos, él pasa su miembro por tus senos y yo me inclino ante la ídola, debo besar tu hermoso sexo inflamado por el calor y la humedad… que delicia gozar con mi lengua en tu perla, morderla suavemente sintiendo cada latido de sus instrucciones que me dicen no te detengas. Tú ya gozas doblemente saboreando con el sexo de tu amigo en la boca… lo recorres, deteniéndote en su cabeza, la tragas y juegas con tus dientes en ella sintiendo las primeras gotas de su ofrenda… yo me levanto introduciéndome en tu santuario… cada vez más rápido soy bañado por tus fluidos que me conducen directo a tu culo, momento en que estimulo tu clítoris que gime por más… me encanta sentir el calor de tu ano y como me aprieta exprimiendo su vigor. Cambiamos de lugar con tu amigo, el se sacude en tu vagina y yo gozo con tu boca… succiona mi miembro, deliciosa criatura, revitaliza tu mazo de fuego… traga, traga, y disfruta del semen que te aclama… bébelo que no se pierda una sola gota…
La música de acaba, pero nosotros no nos detenemos, creamos nuestro propio ritmo, desenfrenado, sin límite y insaciable. Mi miembro está más grande y listo para darte más… me deslizo y llego nuevamente a tu trasero… bellos montes duros que me piden entrar… tu amigo se menea en tu vagina y yo en tu culo… tus gritos se vuelven hermosamente ensordecedores… el placer es supremo… tu amigo se quita el condón y eyacula en tus senos, se pone otro y vuelve al templo que lo espera… yo no paro de poseerte por detrás llegando al fondo de tus entrañas, vigorosamente te doy duro… y me pides más…
De pronto, la pareja de tu amigo camina hacia nosotros…

martes, noviembre 19, 2013

disfrazado de confusión


Ibas vestida con un disfraz con aires a María Antonieta, el cual sólo tenia una pequeña, muy pequeña diferencia… el vestido era muy muy corto, dejando ver generosamente un bello portaligas que robaba las miradas de cualquiera al que le corriera sangre por las venas. Y tu maquillaje provocaba tanto calor que el único pensamiento que podía surgir era abrazarte y besarte en el mismo instante. Justo en ese momento te vi llegando a la fiesta de disfraces de tu pareja.

Luego de largos minutos entre baile, personajes insólitos y la creatividad de la fantasía, nos presentaron y me saludaste sin prestarme ninguna atención, la fiesta avanzaba y todos estaban muy prendidos, y tú repentinamente comenzaste a mirarme desde lejos, me sonreías cuando tu chico no lo notaba y acomodabas las flores de tu extravagante peluca… acariciabas tu pecho gracias al escote barroco, y bajabas por tu cuerpo cada vez que podías dejándome más y más excitado. La verdad yo no creía en lo que veía, pensaba que era mi imaginación o un error hasta que fui al baño. Luego de orinar me refresque mojando mi cara, cuando siento que alguien trata de abrir la puerta... la abro y eras tú, que con un rápido movimiento pusiste tu dedo en mi boca para que guardara silencio, cerraste la puerta y comenzaste a besarme... yo te abracé fuerte y bese con toda la pasión que existe, nos acariciamos por todo el cuerpo y nuestra respiración se volvió más y más agitada, lamía tus senos mordiendo suavemente tus pezones, y levantaba tu suave y vaporoso vestido disfrutando la dureza y suntuosidad de tu culo. Tú me empujaste fuerte hacia atrás haciéndome chocar con la pared, bajaste mi cierre, tomaste mi miembro y lo metiste en tus labios suavemente, jugando sensualmente con él, pasándolo por tu cara y volviéndolo a meter en tu boca, tragándolo entero y sacándolo lento una y otra vez.

Cuando estabas a punto de hacerme acabar tome tu pelo firme y suave... te levante girándote, te afirmaste del lavamanos, corrí tu pequeñísimo y sensual calzón, y te penetre fuerte... estabas mojada por el placer y mi miembro entraba con lujuria total movido por el llamado de tu calor y suavidad interior. Casi al mismo tiempo de sumergirnos en la efervescencia de nuestras pieles, escuchamos la voz de tu pareja que te llamaba a gritos, y con violencia y desesperación le preguntaba a tus amigas dónde estabas. Te tape la boca para continuar, porque no podíamos parar, nuestros cuerpos no nos permitían esa opción, todo lo contrario, nos volvió más y más calientes, brotando toda nuestra perversión, nuestra sed de goce, de sentir, conocer, descubrir que tan lejos podíamos llegar y que tan intensos podían ser nuestros orgasmos con el caos en el exterior. Más y más duro, y rápido era lo único que nuestra sangre bombeaba y nos permitía el poder del éxtasis, no controlábamos nuestros movimientos, ellos se movían de memoria, una memoria desconocida, de naturaleza anhelada, voluptuosa y orgásmica... acabaste dos veces seguidas y las cascadas de tu sexo no solo lubricaban mi miembro, si no también mojaban mis piernas y mi pantalón. Cuando de nuevo intentaron abrir la puerta, para luego tocarla rápido pero suave, ahora se notaban manos femeninas, era una de tus amigas preguntando "¿quién esta ahí?"... yo tapaba tu boca para que no se escucharan tus gemidos... pero no fue suficiente... tu amiga te reconoció y pregunto "¿eres tú? Ya se que eres tú ¿qué haces? ábreme ahora!". Apagamos la luz, acomodaste tu sostén, calzón y las sedas de tu vestido... abriste la puerta... y al momento en que girabas la manilla, acaricie tu culo penetrándote suavemente con mi dedo y te fuiste cerrando la puerta.

lunes, noviembre 18, 2013

una artista


Una amiga me comentó que había una buena exposición en el museo de bellas artes y hacia allá voy, hace calor pero al llegar me recibe una agradable temperatura, gratos minutos que eran mensajeros del placer que pronto vendría.

Comienzo el recorrido por una pequeña exposición de esculturas en madera, curvas suaves y sinuosas. Salgo cruzando el salón para entrar en la que me recomendaron. Antes de llegar te veo cruzar, vas en cámara lenta, tu pelo flota acariciando tus hombros, mueves suavemente tu cabeza, irradias sensualidad… por un momento perdí el interés en la exposición llenándome de ti, completa, mi sueño vivo… te sigo… no puedo hacer otra cosa… y vas directo a la exposición que yo iba.

Ambos entramos al mismo tiempo, uno junto al otro, no quise dejar que fuera de otra forma, quiero toda tu belleza, absorberla y transmutarla en goce puro. La muestra trata de videos, proyecciones y pinturas, esta todo muy oscuro, y las formas y la luz juegan maravillosamente proyectadas en tu cuerpo. No me quiero despegar de ti, y tu ya te diste cuenta y no te molesta. Me miras de reojo y cuando me quedo atrás mirando alguna obra, me esperas… y jugamos, nos cruzamos, la luz, la oscuridad, tu suavidad, tus curvas, tu pelo.

Más adelante hay una instalación, es un gran rectángulo que ocupa toda la sala y tiene una entrada única, y claro ambos entramos, nuestras manos se rozan al hacerlo, y caminamos por el primer pasillo… se agranda y luego de la primera curva se vuelve pequeño. Las luces cambian, hay monitores mostrando imágenes de gente desnuda, algunos bailan, otros se tocan, la luz se hace más escasa, el pasillo es irregular y nos conduce hacia una especie de centro. Miras hacia atrás y ríes… me tomas de la mano y comienzas a correr… llegamos rápido a un cubo habitación con un último monitor, en él una pareja desnuda se besa, lo mira otra pareja que se toma de las manos y se besa, nosotros entramos en silencio y muy despacio… la pareja que estaba se marcha… quedamos solos.

De un tirón me llevas hacia ti y comienzas a besarme, me muerdes los labios y lames mi cuello… con tus manos me masturbas por fuera del pantalón, sientes mi falo duro, te das cuenta de cada detalle de su forma que arde por ti, me bajas el cierre y comienzas a masturbarme rápido, acariciándolo completo. Me empujas con ambas manos desde los hombros tirándome al suelo, y tú caes sobre mi, me montas primero frotándote, sintiendo mi miembro, yo recorro todo tu sexo a través de tu pantaleta… y al poco moverte lo corres hacia el lado y te lo metes entero… galopas desbocada… sin limite, con fuerza gimiendo sin ningún tapujo… te encanta… metes tus dedos en mi boca, y galopas, levanto tu polera para apretarte las tetas, lo hago fuerte y mucho más intenso al llegar a los pezones, duros y excitados, montas rápido, a toda velocidad, gimes… gimo… gozamos y es lo único que nos importa. Te das vuelta y te lo metes en el culo y sigues cabalgando rápido, cada vez más… tu sed de lujuria es infinita… pequeña perversa, inquieta con ganas de experimentarlo todo. Tiro de tu pelo y más te excita, te tomo por atrás apretando de nuevo tus tetas, nada nos detiene. Acabo en tu fondo y tu lo haces mojando mis piernas y todo el suelo, tu placer es tanto que nos baña, nos embriaga.

Llega una persona y detrás de ella otra, y ambos quedan congelados al vernos, no saben si gritar, si somos unos locos, o es parte de la obra de arte… nos admiran excitándose al máximo, nosotros seguimos el juego… somos artistas… tú eres una verdadera artista, te mueves rápido hacia atrás posando tu sexo en mi boca y tragándote mi miembro entero, te lamo feliz, es el mejor sabor que he probado. La música nos inunda y nos vuelve aún más locos, al mismo tiempo me haces gozar saboreando con toda tu pasión mi pico… y los labios sexuales tan mojados. Meto mi lengua completa, mi nariz, mi pera, toda mi cara… acabo en tu rostro, mi leche te baña. Entra corriendo otra chica y nos dice “el guardia!!!”…
Tomamos nuestra ropa y salimos corriendo… mientras avanzamos nos abrochamos, vestimos y reímos.

regalar es un regalo


La tienda esta llena, fui a comprarle un regalo a una muy buena amiga, y al estar acá debo confesar que me excita ver tantas chicas buscando su estilo, llegando a humedecerse al verse bellas.

Recorro lentamente los pasillos, y el constante roce con todas envuelve el ambiente volviéndolo muy cálido. Llevado por esta temperatura placentera llego a la ropa interior, colgadores a lo largo del pasillo con sus probadores rodeándolos, llenos de espejos, creando un lugar casi mágico, donde se provocan hermosos juegos de miradas, sonrisas y cuerpos que recorren, juguetean y fantasean por el lugar.

Me inclino a ver un hermoso diseño y al levantarme… al otro lado estas tú… fresca, sensual, suave… y con sonrisas bellamente libertinas te vuelves luz difícil de olvidar. Ambos caminamos lentamente manteniéndonos uno frente al otro… y te gusta, me sonríes y yo a ti. Luego de unos minutos en este estimulante juego avanzo a tu lado y casualmente al buscar prendas rozamos nuestras manos, brazos, tu piel erizada, excitada, el perfume de tu pasión, tu cuello… cruzo por detrás de ti y siento tu culo duro y el olor de tu pelo… luego tu pasas por detrás de mi rozando fuerte tus tetas por mi espalda… tomas un par de colgadores con encajes paradisíacos, me miras y haces un gesto con la cabeza, me lanzas un guiño para que te siga… y sin pensarlo lo hago, lentamente para no ser descubiertos, entras en un probador, yo miro hacia todas direcciones y hago lo mismo.

Los espejos me ayudan a ver tu belleza en todas dimensiones, es un éxtasis de ti, deliciosa criatura, nos desvestimos envueltos en fuego, besándonos como si quisiéramos fusionar los labios con cada detalle de nuestros cuerpos. Tu cuello, labios, tetas... morder tus pezones duros, chuparlos completamente, una y otra vez, apretarlos… lamer tu vientre recorriéndolo lentamente… bajar tus calzones lentamente y besar tu sexo saboreando tu divina humedad por primera vez. Girarte lamiéndote completa, tu culo y sus detalles que nos dan más y más calor.

Me levanto y te pruebas los primeros calzones y sostenes, envolviendo tu cuerpo con una sensualidad absoluta, una fina perrita que quiere ser penetrada, diosa del placer sin tapujos, insaciable suavidad. Te acaricio y beso y abrazo fuerte apretando tu culo y tetas, pasando por encima y por debajo de tan calientes prendas que queman mis manos buscando tus humedades infinitas. Te pruebas el segundo conjunto y no puedo más, te tomo fuerte y penetro por el culo, te doy tan duro y rápido que te tengo que tapar la boca porque tus gemidos de placer son profundos y totales. Me clavas suavemente tus uñas y te penetro más y más fuerte mordiendo y besando tu cuello, apretando tus tetas y sintiendo como caen cascadas por tus piernas… bajo mi mano y comienzo a masturbarte con tres dedos y al instante me invitas a meterlos todos movidos por tus fluidos, ellos se vuelven un imán que no me permite más que estimularte sin fin. Nuestros gemidos y movimientos en el probador comienzan a llamar la atención… otra clienta se anima a mover la cortina del probador espiándonos… la vemos por el espejo y no nos importa… ella continúa ahí por unos segundos y te giro para que quedes frente a ella, mientras te sigo dando duro por el culo tu la besas y ella entra al probador… yo sigo dándote placer y tú y ella se besan fogosamente sin parar, yo le toco las tetas a ella y le desabrocho su blusa, tú le bajas el cierre de su mini y la acaricias su culo apretándoselo muy fuerte, le chupas las tetas, muerdes sus pezones, ella baja y bebe de tu sexo… lo lame y muerde… mete toda su lengua dentro de tu vagina… yo saco mi miembro de tu culo y ella lo chupa y chupa tu sexo… su lengua nos da placer a ambos mientras aprieto tus tetas y tu empujas su cabeza hacia nosotros. La tiras del pelo haciéndola que se pare, yo la tomo por detrás penetrándola y tu le besas su concha jugosa, mordiéndole sus labios de libertina y rasguñando sus piernas y culo mientras yo aprieto sus tetas. Nuestros gemidos están descontrolados y yo ya no me preocupo de tapar sus bocas…
Por detrás de las cortinas escuchamos la voz de una vendedora que nos dice que escapemos porque viene la jefa de tienda… damos las gracias con un beso a nuestra hada guardiana y nos vamos rápido como si nada.

sábado, noviembre 16, 2013

nuestro placer en lo alto


Este calor me hizo ir al cerro, tal vez la naturaleza me refrescaría, y que mejor en un Santiago vacío que verlo desde arriba. Cuando llegue al teleférico habían tres personas listas para subir. Una madre, su hija… y tú...

En el momento en que íbamos a subir, la pequeña se puso a llorar y prefirieron quedarse abajo, quedando repentinamente sólo nosotros dos. Suavemente comenzamos a mirar Santiago, el momento nos hizo tener cierta timidez, por lo que nos limitábamos a mirar el espectáculo. De pronto el teleférico se tambaleó, perdiste un poco el equilibrio y te fuiste hacia atrás tocando mi mano y chocándome un poco, lo suficiente para sentir que mi miembro estaba duro por ti... sonreíste lujuriosa y continuamos viendo el paisaje como si nada. Pero de nuevo tambaleó y esta vez aprovechaste el impulso girando rápido y abrazándome muy fuerte, y sin pensarlo ni por un segundo comenzaste a besarme y a tocar mi miembro duro por sobre el pantalón... yo apreté tu culo fuerte levantando tu mini falda y con el movimiento jugando por debajo de tu pequeño calzón... a los pocos minutos que bajaste mi cierre y me masturbabas, no soporte más bajando por tu cuerpo mientras nos besábamos y acariciábamos intensamente, te empuje hacia el asiento, baje más, corrí tu calzón y comencé a besar y lamer tu sexo penetrándote con mi lengua y acariciando tu perla... lengua y dientes eran el causante de tus gritos voluptuosos...

Paso otro teleférico junto a nosotros pero a mi no me importaba, sólo quería beber más de tu sexo, y a ti tampoco y gritabas sin verguenza de tu goce. Me levante y tú con toda la ropa abierta y excitada comenzaste a chupármelo como si fuera tu más delicioso caramelo... como tu chupete de niña traviesa, con todo tu calor no pude más y explote mi placer en tu boca y cara... y así con toda mi leche en tu rostro te pare, gire y comencé a penetrarte... ambos disfrutando de Santiago, el gran testigo de nuestra lujuria desenfrenada. El calor de tu sexo me exprimía, pero mi miembro en vez de volverse pequeño por la intensidad, se agrandaba más y más y tú gritabas emitiendo el sonido más bello que pueda existir...

Volviste a acabar y yo también, pero ahora derrame mi leche en tus nalgas duras. El viaje ya terminaba pero nosotros no, no podíamos parar y cada vez estábamos más y más cerca. Ya no quedaba tiempo y seguíamos, hasta que casi llegábamos y mucha gente nos veía... me subí el pantalón y tú arreglaste tu ropa. Te ayude mientras te limpiabas mi leche con la mano, y al mismo tiempo que lo hacia, metía mis dedos en tu boca para que la lamieras.

Llegamos al final del viaje, nos bajamos caminando hacia lados opuesto. Más allá tu madre te esperaba, y a cierta distancia ambos giramos... sonreímos, me hiciste un guiño y lanzaste un beso.

belleza en dos ruedas


Hace un rato te seguía en mi bici, tu forma de pedalear, de moverte… una sensualidad inusitada o que por lo menos no había visto sobre ruedas.

Cada cierta distancia te levantas para tomar más impulso y en cada energía renovada provocas una explosión de deseo. Me da lo mismo a donde nos dirigimos, estando junto a ti todo será placer. Te vuelves a levantar y se asoma bajo tu mini un culo irresistible acariciado en cada pedaleada por una pantaleta roja. Cruzas la avenida y para no perderte me acerco demasiado, estamos juntos esperando el semáforo, intento mirar hacia otro lado, pero no puedo… te admiro y mis ojos son testigos de tu belleza plena, giras tu rostro y nuestras miradas se clavan… sonríes, cambia el semáforo y partes.

De nuevo voy tras de ti, ahora cada tanto miras hacia atrás y vuelves a sonreírme, nos reímos sensualmente juntos. Cruzas la última calle antes de llegar al parque, me miras por última vez, pero ahora muy seria y audaz, como invitándome a un lugar especial, te sigo, avanzamos rápido entrando al parque y pasando por sus senderos, hay varias familias, algunos paseando sus perros, parejas besándose, y tú tomas la delantera repentinamente, yo voy pegado a ti… cruzamos unos matorrales, arbustos, árboles, y entramos por una especie de puerta imaginaria a un lugar interior al centro de grandes y tupidos arbustos, te estacionas y me miras fijamente… yo me detengo de golpe junto a ti y nos comenzamos a besar y abrazar sin siquiera bajar de nuestras bicis… no hay tiempo para nada, sólo podemos gozar de nuestros impulsos… la naturaleza no se puede equivocar, debemos fusionar nuestros cuerpos en pasión pura.

Desabrocho tu blusa acariciando tus tetas, que delicia tocar tales fuentes de placer, apretarlas, lamerlas, una y otra vez… y morder tus pezones, recorrerlos con la lengua, jugar con los dientes sintiendo su dureza excitante y delirar con tus gemidos sin censura dejándote ir en manos de las sensaciones más intensas llegando al clímax… besar tu cuello, morderlo suavemente, tus oídos, tomarte fuerte del pelo dirigiendo tu boca hacia mi boca, besándote desenfrenadamente.

Soltamos las bicicletas y continuamos los besos, me bajas el cierre rápido y comienzas a masturbarme, a lo lejos escuchamos las voces de niños jugando y algunos adultos, pero lo más fuerte es el sonido de los pájaros, un canto como si nos festejaran felices por todo este sexo sanador y natural en la ciudad… aprietas mi pico con toda tu fuerza y con la misma lo sigues masturbando, te encanta, te pone puta apretarlo con toda la fuerza que tienes y ver como me gusta y se pone más y más duro y grande. Me arrodillo frente a ti y comienzo a beber de tu concha jugosa, carne viva y lujuriosa que se deleita al máximo cuando la beso, lamo, succiono una y otra vez… y otra y otra… mordiendo suavemente tu clítoris… jugando con él y mis dedos, dientes y lengua… bebiéndote toda y metiéndome por entre tus piernas para poder chupar tu culo, lamerlo y explorar con mis dedos metiéndolos y sintiendo ese calor profundo y único.

Te tiro al suelo, me monto sobre ti y te doy por el culo mojado y dilatado como gritándome para que esté ahí. Te doy fuerte y te duele y te gusta, me detengo para ver si te duele y me dices que siga, que no me detenga… de tus ojos brotan lágrimas de placer, me pides más duro y más y más…
Giramos y tú te montas sobre mi y comienzas a cabalgar… tu sexo moja mi miembro… y como galopas, como una diosa danzando con movimientos circulares y en todas direcciones y cambios de ritmo… placer, pasión, lujuria… todo gracias a tu forma de mover, tu cuerpo de mujer perra… caliente, vuelta fuego, quemándolo todo, insaciable dispuesta a no parar más… acabando una y otra vez… y al rato otra y gimiendo y gozando.

De pronto sentimos voces de niños que están entrando a nuestro templo de pasión… nos reímos como agradeciéndonos este inolvidable momento. Nos vestimos rápido tomando nuestras bicicletas y salimos caminando por la otra dirección… vamos en silencio, nos miramos, sonreímos…
Te subes a tu bici, te doy un intenso beso y me voy…

viernes, noviembre 15, 2013

fiextasis


Bailar sin parar, solo para ir al bar a buscar algo de beber, una noche plena, buena temperatura, música genial y chicas bellas bailando como diosas en un ritual de energía sensual, luces que impregnan sus cuerpos con los más bellos colores volviendo irresistibles sus volúmenes, deseos de tocar, acariciar, oler, besar, cabellos flotando al ritmo frenético del placer.

Comienzo a bailar solo junto a varias chicas que también lo hacen, y un poco más allá apareces tú, bella y sexy, contorneándote, casi flotando al ritmo de tu lujuria interior, hipnotizando todos mis sentidos que ya no se fijan en nada más que en cada detalle de tu cuerpo vivo, energético y lleno de deseo en erupción. Al ritmo de la música cruzamos nuestras miradas, reímos, nos acercamos hasta rozar nuestros cuerpos, giros, tus senos por mi brazo, y luego espalda, me rodeas y yo a ti tocando con mi miembro tu culo, volvemos tomar distancia y seguimos vibrando con la música.

De pronto dejas de bailar y te alejas de la pista, te sigo, vas al baño, voy de cerca y tú te das cuenta pero no te importa, volteas cada tanto y me sonríes, como llamándome sin hacerlo para que te siga. Al instante de llegar no hay cola y la puerta del de mujeres se abre saliendo una chica, tu rápido entras, yo me apresuro y sujeto la puerta cuando la ibas a cerrar, nos miramos a los ojos, tú seria, yo temeroso que llames a los guardias, vuelves a intentar cerrarla y yo la sujeto más fuerte, con mi otra mano tomo la tuya obligándote a soltar la puerta y entro junto a ti con la fuerza de un intenso beso, cierro con mi pie mientras te abrazo y beso por el cuello y boca, acaricio tu culo, lo aprieto, meto fuerte una mano dentro de tu jeans apretando tu culo, con la otra subo tu polera y comienzo a lamer tus senos, te desabrocho rápido para acariciar tu sexo, primero por sobre tu diminuto calzón, un monte de Venus glorioso y la respiración que te agita inflando tus senos con mis caricias, gimes en mi oído mientras juegas con tu lengua mordiéndome el cuello, me besas y rasguñas, me sacas la polera y desabrochas el jeans, te tomo y levanto sentándote en el lavamanos, seguimos besándonos y corriendo tu calzón comienzo a masturbarte con dos dedos, los meto suave, fuerte, lento, rápido, acariciando tu interior jugueteando con tu punto G, controlando tus gemidos y placer al masturbarte, tus líquidos de placer comienzas a mojar mis manos y tus piernas. Saco mis dedos para meterlos en tu boca, los lames bebiendo de tu propio elixir, me fascina cuando sientes el sabor de tus fluidos. Tú también me masturbas, mi pico en tus manos crece como nunca, lo sabes tratar, lo aprietas con toda tu fuerza y más grande y duro se pone, nos tocan la puerta del baño, parece que se comienza acumular personas afuera. Corro tu calzón y te penetro, gritas y nos escuchan, nos besamos y lamemos la boca y el cuello mientras lo hacemos, mi miembro duro como fierro roza fuerte tu clítoris intensificando las sensaciones, tapo tu boca, muerdo tus pezones, te penetro más fuerte y más rápido, me muerdes la mano, te giro y penetro por el culo, gritas, esta seco, lo saco, te mojo con saliva y te lo vuelvo a meter, gritas de nuevo pero ahora me atraes con tus manos hacia ti, penetrándote hasta el fondo, me pides que lo haga rápido, ya no das más de placer, con mi mano te masturbo, con la calentura meto cuatro y luego los cinco dedos, no me detienes, estas tan caliente que te gusta, lo único que quieres es que te penetre por todas partes, con mi otra mano aprieto tus tetas y la meto en tu boca, me chupas la mano mientras la otra te penetra, saco algunos dedos para penetrarte y al mismo tiempo masturbarte, acabas en mi mano y yo en el fondo de tu culo, meto mis dedos en tu boca para que sigas chupando tus fluidos, sigo dándote duro por el culo, te vuelvo a girar y levanto tus piernas poniéndolas alrededor de mi cuello, penetro tu sexo que siente mucho más intensamente gracias a la posición, la entrada de la vagina se vuelve mucho más pequeña y gozamos más tanto tú como yo, aprietas mi pico con tu músculo al interior de tu pelvis, lo exprimes… cuanto placer… tus labios… tu clítoris que crece y nos baña en lujuria.

Tocan la puerta muy fuerte y nos gritan, con la intensidad de lo que vivimos y como te penetro y chupo las tetas, vuelves a acabar, yo voy por lo mismo, rápido bajo tus piernas, saco mi miembro, te tomo del pelo y te hago bajar, tú lo haces con gusto, lo metes en tu boca chupándolo completo y luego lamiéndolo por los lados, masturbándome y chupándolo a la vez y acabo dentro de tu boca, tus labios y pasas la cabeza por tus mejillas. Te pones de pie, nos vestimos, apagamos la luz y abrimos la puerta saliendo rápido, te tomo de la mano, corremos por el pasillo y nos vamos a bailar.

entre pisos


Además de la vista, en los edificios altos el viaje en ascensor puede ser divertido, ver todo tipo de gente, algunos saludan, otros hacen como si no existieras, otros miran con recelo, o temor, algunos te hablan del clima, o lo que les pasa en la vida. Están los que llevan mascotas, perros grandes y pequeños y agudos, bicicletas, la familia de visita donde la abuela, los ejecutivos de reunión, los motoboy o comida a domicilio. Pero hoy estaba realmente lleno, este sube y baja parando en cada piso, dejando y recibiendo más gente, casi no podía respirar presionado por unos guatones tóxicos y una señora media mala onda. En el piso 17 se comenzó a vaciar, un esperado respiro, y de pronto se mueve un tipo hacia el vidrio y apareces tú… bella, profunda, mirando hacia un lugar secreto e íntimo… y cálido y excitante.

El calor mata y llevas una mini, zuecos altos y una polera de tiras delgadas, y para el delirio de muchos no llevas calzones, natural inocencia, deliciosa lujuria de curiosidad. Quedamos solo tres en el ascensor, en el piso 26 baja la última y ahora somos solo nosotros, recién me doy cuenta que por lo lleno, ni siquiera había presionado un piso y tú vas al último, yo hago como si también, no puedo dejar de mirarte, tu belleza pícara es demasiado fuerte, penetra recorriendo todo mi cuerpo, erizando la piel, aumentando mis latidos, transpirando… volviéndome deseo. Tú sonríes, acaricias tu pelo y con infinita sensualidad continúas el movimiento pasando por tus senos, vientre y terminando en tus piernas. Avanzas hacia mi, vuelves a sonreír, pones tu dedo en mi boca para que guarde silencio, me das un suave beso y bajas, abres mi cierre, desabrochas el botón y sacas mi miembro durísimo, pasas tu lengua por su cabeza, suave, hacia un lado y otro, envolviéndolo y metiéndolo en tu boca hasta el fondo, otra y otra vez, para luego volver a envolverlo con la lengua y seguir tragándolo hasta el fondo, más y más y una y otra vez, y suave y fuerte y de nuevo suave y dulce sin poderlo resistir más me haces acabar y grito de placer, te tragas todo y me tienes a tu merced, te paras y me aprietas fuerte contra el ascensor, me tomas con una pierna levantada, con una de tus manos corres tu diminuto calzón y con la otra empujas mi culo hacia ti, te penetro hasta el fondo, estás muy lubricada, te lo meto una y otra vez hasta los cocos entran en tu templo húmedo, todo mi ser quiere estar dentro tuyo, mis piernas ya se bañan en tu cascada, disfruto tanto tu humedad que no resisto más y me bajo a beber de ti… chupo tus piernas, tu culo… te recorro, meto mis dedos en busca de más placer líquido y lo esparzo por ti, más y más, y por mi cara y mi pecho y mis brazos, estamos hidratados por tus afrodisiacos fluidos y ellos nos guían por el infinito placer.

Llaman al ascensor desde arriba, lo aprietas para detenerlo, sigo lamiendo tu sexo, no me puedo detener y tus gemidos aumentan todo el calor que vivimos, ahora lo llaman desde abajo, lo vuelves a detener. Estamos en llamas, me paro, te doy vuelta, escupo tu culo y te penetro por él fuerte, rápido y hasta lo más profundo donde nace tu calor, gritas de placer y dolor, me pides que no me detenga y gritas y gritas, salen lágrimas de tus ojos y me pides que te de más fuerte. El ascensor de desengancha y ahora se mueve, esta subiendo y no lo podemos detener y nosotros tampoco nos podemos detener, aprieto tus tetas mientras sigues envolviendo fuerte y suave mi pico en tu culo, tus pezones duros y parados, tu sexo desbordando grandes olas de goce. No nos podemos detener, estamos ardiendo, ya escuchamos las voces de la gente que espera al ascensor, no nos detenemos, muerdo y beso tu cuello, mojo tus pezones con el líquido de tu perla… cada vez están más cerca, tapo tu boca para que no escuchen nuestros gritos… están cerca… me presionas con tu brazo hacia ti para no parar, pides más y más fuerte… y de súbito se abre el ascensor...

realidad de película


Escapando del calor me refugio en el cine, de seguro encontraré que ver, al llegar me doy cuenta que no fui el único en pensarlo. Entro en la sala y esta bastante lleno, solo las últimas filas esperan y elijo la última. Comienza la película, entran algunas personas más que por la oscuridad se sientan donde pueden, y repentinamente a dos asientos de mi llegas... al comienzo no lo noto, hasta que tu perfume me llama, te miro y me doy cuenta que eres inspiradora, te disfruto unos momentos y sigo viendo la peli.

Pasado 20 minutos se van los que estaban cerca nuestro, al parecer les choco una pequeña escena de sexo, quién sabe, cada cual con sus gustos, para mi estaba bella. Al rato me doy cuenta que en estas filas estamos solo tú y yo, y que comienzas a mirarme, yo te miro... y sonreímos. Nuestro juego sigue unos minutos más hasta que me acerco un asiento y tú te acercas otro quedando juntos. La película sigue, rozamos nuestras piernas y ya no nos miramos como si no nos diéramos cuenta de lo que hacemos, luego suavemente nuestras manos se encuentran, se tocan y comienzo a acariciar tus piernas y me encuentro con tu excitante suavidad, tu mini me invita a andar sin dificultad, siento tu respiración agitada y comienzas a acariciar mi pierna, subes y ahora lo haces con mi miembro que crece y crece con el maravilloso regalo...
al disfrutarlo subo con mi mano hasta llegar a tus calzones y siento como se comienzan a humedecer, siento tu piel, tus labios, su calor puro… y repentinamente apartas mi mano, me bajas el cierre y lo metes grande y duro en tu boca, lo disfrutas y la lujuria nos inunda, tu lengua lo recorre una y otra vez entregándole placer en cada detalle y yo estiro mi mano, aparto tu calzón y comienzo a masturbarte, estamos en llamas y olvidamos donde estamos, de pronto sale una chica al baño pero la oscuridad es nuestra cómplice que nos susurra sigan, yo los protejo...

Al volver la chica y darnos cuenta que nadie nos ve te subes sobre mi y comienzas a cabalgar como solo tu sientes con toda la pasión y deseo que puedan existir en este universo... somos uno solo fusionados por nuestra lujuria voluptuosa, me das, yo te doy, nos recorremos a besos, chupo tus senos, muerdo tus pezones, gimes, te tapo la boca... yo gimo, me la tapas tú... reímos felices por todo el placer que es nuestro, aprieto tu culo con ambas manos y tu rasguñas suave y sensualmente mi espalda. Comienzo a masturbarte por el culo y a ti te encanta, me pides al oído más y más... seguimos en mi asiento y te giro, rápido saco mi miembro y te penetro por esa estreches cálida mientras te masturbo con mis dedos ansiosos y sin limite. Siento las cascadas de tu perla, te siento acabar y como exprimes mi pico, yo también acabo en lo más profundo de tu calor, te beso en el cuello sin parar, tu giras y me besas. De pronto una linterna nos alumbra, nos arreglamos un poco la ropa y escapamos por el pasillo opuesto antes que nos alcance, salimos de la sala corriendo, vemos que ya no nos siguen.

Estamos fuera del cine, me hipnotizas con tu exquisita mirada... nos besamos y te vas.

dulce sumisión


Hoy al levantarme y cuando aún no me vestía mire por la ventana que da a la calle, ver a la gente hacia todos lados me divierte. Luego de un instante mirando comienzo a recorrer edificios, algo me llamo del de en frente. Como espía por sus ventanas me encontré con una señora acariciando su perro, una pareja de abuelos de la mano, dos chicos besándose... y de pronto te veo a ti... corres la cortina para bañarte con el sol, estas en ropa interior, tiras ropa sobre la cama, te paras frente a tu espejo y comienzas a probarte cada prenda. Luego de usar un par de bellos vestidos te das cuenta que yo soy tu admirador invisible disfrutando cada uno de tus detalles. Te ríes y cierras la cortina, luego de unos segundos, y cuando yo creía que no podría disfrutar más de ti... la vuelves a abrir pero esta vez estas cubierta con una pequeña toalla, sonríes con gracia y me muestras un papel que tiene escrito... Ven! depto. 69....
Al principio no lo creí, pero tu sueltas el mensaje, me miras directo sin equívocos y con tu mano me vuelves a llamar, no lo pienso más y simplemente voy en tu busca. Me visto con lo que encuentro y salgo.

A la salida de mi edificio choco con una señora, cruzo la calle corriendo, casi me atropella un taxi, para finalmente rebotando tocar tu citófono. Me contestas con voz que acaricia... "eres tú"... y solo puedo responder "si"... y me dices "te estaba esperando, sube, ya sabes el número". Toco a tu puerta, me abres aún con la toalla, giras y caminas por el pasillo entrando por una puerta, sin decir nada te sigo y encuentro en el suelo la toalla, abro la puerta entre abierta y te veo tendida en la cama, al verte tan perfecta supe justo lo que debía hacer...

Conecto mi teléfono a tus parlantes y lanzo “Lovely head”, muy lentamente me aproximo a ti, nos besamos suavemente tomando tus prendas y comienzo a amarrarte a la cama, tu no te asustas, algo nos conecta y nos hace confiar. Te amarro una mano, luego la otra, te sigo besando... un pie y el otro, te vuelvo a besar para finalmente vendar tu ojos, te beso y me aparto, desde un vaso que estaba en tu velador saco un hielo y comienzo a tirar sus gotas, una a una, sobre tus labios, tú te excitas, y desde tus pezones el líquido te recorre como terciopelo y luego por el vientre, tu respiración agitada, por tus piernas, y finalmente en tu sexo... me quedo en él, de las gotas paso a tocarte con el hielo, lo derrites, tu vagina se vuelve loca, estas muy cálida, gimes suavemente, la música nos envuelve y la canción suena una y otra vez... te penetro con solo una parte del hielo y me vuelvo a apartar. Gimes y me pides que vaya, yo no digo palabra y descubro una pluma en tu mesa, la tomo y comienzo a acariciarte con ella, casi sin tocarte, lo justo para que tu cuerpo se erotice, tus poros, tu piel, crecen y piden más, no lo resistes sufriendo de placer, quieres todo ahora... y yo solo te acaricio... tus piernas, tus brazos, la piel se te vuelve de gallina, vuelvo a tus senos y gimes más fuerte que nunca, me vuelves a pedir que te tome, pero sigo en silencio y ahora a la pluma le toca tu sexo el cual explota en fluidos de placer, te acaricio más suave que nunca y con cada movimiento tu sexo se abre más y más y me llama... me subo en la cama y te toco suave con mi miembro en tu boca mientras sigo tocando tu sexo con la pluma, quieres tragarlo pero no te dejo, solo te rozo con su cabeza por tus labios, brotan gotas de semen que se esparcen por ti y la pluma goza con el placer de tu perla, acabas una y otra... y otra vez... tu sexo nunca sintió tanto deseo suave, sensual, infinito... comienzo a beber del sexo, tu perla me da todo de si y tú gimes y me suplicas que te penetre, pero no es parte de esta lujuria, esto es el placer suave de sutilezas intensas... me aparto, te acaricio por última vez con la pluma, beso tu vagina, beso tus labios, te desato una mano,… te vuelvo a besar... y me voy.

hora pick


La estación esta más llena que nunca, la puerta del metro se abre muy cerca de mi y entro a empujones. En la siguiente estación entra mucha más gente y quedo parado al comienzo del pasillo, justo detrás de ti... ambos flotando en gente no podemos afirmarnos de ningún lugar… poco a poco nuestros cuerpos se rozan, el movimiento del carro y lo lleno del lugar hacen inevitable que sea de otra forma, y el calor crece a cada instante. Llegamos a la próxima estación, se llena más y quedamos pegados, sin buscarlo nuestros cuerpos no se pueden separar. El tren se mueve y comenzamos a rozar intensamente, al instante mi miembro crece como si quisiera hacer explotar el pantalón... y tú lo sientes, cada parte de él se revela ante ti... su dureza acaricia todo tu culo y cuando estoy en su centro me muevo hacia adelante como si te penetrara, nadie se entera, esta demasiado lleno para que alguien lo note, y es justamente eso es lo que hace que te relajes y en lugar de moverte te quedas ahí siendo cómplice lujuriosa del juego.

Pasa una y otra estación, y nuestro tren solo abre y cierra la puerta, ya no entra nadie más y nuestro juego continúa, pero ahora tu también te mueves, con movimientos circulares ofrendas tu culo a mi, y siento su suavidad, frescura y dureza. De pronto y en completo anonimato mueves tu mano hacia atrás como para arreglar tu ropa... y con un movimiento rápido bajas mi cierre metiendo tu mano y comienzas a masturbarme... el nuevo juego me encanta y lo disfruto... y paso una de mis manos hacia adelante como si me afirmará, y lo hago pero para rozar tus tetas sin cesar, nuestras respiraciones se agitan y el calor aumenta al máximo. A cada movimiento estamos más cerca y suavemente beso tu cuello... algunos descubren esos besos, pero nuestra calentura es más mayor y ya no nos importa. En dos estaciones más sacas tu mano y me haces un gesto para que te siga, subo mi cierre y lo hago, ambos salimos del tren... te sigo, vas rápido, esta muy lleno y no se que estamos haciendo, y me encanta, es todo lo que quiero hacer, no me importa otra cosa que seguirte... subes y bajas escaleras, todo lleno y en segundos te me escapas. En otro pasillo rebosante a la distancia noto que se abre una puerta y una mujer del aseo sale de ahí... al volver la vista te pierdo, camino lento mirando para todos lados y de pronto, cuando estoy frente a esa puerta se vuelve a abrir y esta vez es tu mano que me toma y me lleva dentro...

Estamos en una diminuta pieza de limpieza y en este lugar cauteloso damos rienda suelta a todo nuestro deseo... me besas con total intensidad mordiendo mis labios y mi cuerpo, yo aprieto tu culo y juego metiendo suavemente mis dedos en él, bajas mi cierre y levantas una de tus piernas, corro tu calzón y te penetro... estas muy mojada y choco en tu fondo, en el interior más cálido, húmedo y delicioso que haya conocido... chupo tus tetas, las muerdo, las lamo, aprieto más y más tu culo, mientras lo masturbo con mis dedos, nos besamos y ambos gemimos como animales salvajes, no nos importa nada, solo el placer infinito que vivimos. Te giro de un movimiento, mojo mis dedos los paso por tu culo y te vuelvo a penetrar, gritas más fuerte de placer y masturbo tu sexo con mi mano, primero dos dedos, luego tu humedad me exige más y la meto casi toda, siento tu deliciosa estreches dilatada por tu perversión por mi, por lo que vivimos, nuestra pasión... acabas dos veces seguidas, gritas! y con tu segundo yo acabo en el fondo de tu culo.... en ese momento abren la puerta, es la mujer de la limpieza, nos subimos la ropa como podemos y salimos corriendo tomados de la mano sin parar... nadie nos persigue, la chica fue nuestro cómplice.