martes, noviembre 19, 2013

disfrazado de confusión


Ibas vestida con un disfraz con aires a María Antonieta, el cual sólo tenia una pequeña, muy pequeña diferencia… el vestido era muy muy corto, dejando ver generosamente un bello portaligas que robaba las miradas de cualquiera al que le corriera sangre por las venas. Y tu maquillaje provocaba tanto calor que el único pensamiento que podía surgir era abrazarte y besarte en el mismo instante. Justo en ese momento te vi llegando a la fiesta de disfraces de tu pareja.

Luego de largos minutos entre baile, personajes insólitos y la creatividad de la fantasía, nos presentaron y me saludaste sin prestarme ninguna atención, la fiesta avanzaba y todos estaban muy prendidos, y tú repentinamente comenzaste a mirarme desde lejos, me sonreías cuando tu chico no lo notaba y acomodabas las flores de tu extravagante peluca… acariciabas tu pecho gracias al escote barroco, y bajabas por tu cuerpo cada vez que podías dejándome más y más excitado. La verdad yo no creía en lo que veía, pensaba que era mi imaginación o un error hasta que fui al baño. Luego de orinar me refresque mojando mi cara, cuando siento que alguien trata de abrir la puerta... la abro y eras tú, que con un rápido movimiento pusiste tu dedo en mi boca para que guardara silencio, cerraste la puerta y comenzaste a besarme... yo te abracé fuerte y bese con toda la pasión que existe, nos acariciamos por todo el cuerpo y nuestra respiración se volvió más y más agitada, lamía tus senos mordiendo suavemente tus pezones, y levantaba tu suave y vaporoso vestido disfrutando la dureza y suntuosidad de tu culo. Tú me empujaste fuerte hacia atrás haciéndome chocar con la pared, bajaste mi cierre, tomaste mi miembro y lo metiste en tus labios suavemente, jugando sensualmente con él, pasándolo por tu cara y volviéndolo a meter en tu boca, tragándolo entero y sacándolo lento una y otra vez.

Cuando estabas a punto de hacerme acabar tome tu pelo firme y suave... te levante girándote, te afirmaste del lavamanos, corrí tu pequeñísimo y sensual calzón, y te penetre fuerte... estabas mojada por el placer y mi miembro entraba con lujuria total movido por el llamado de tu calor y suavidad interior. Casi al mismo tiempo de sumergirnos en la efervescencia de nuestras pieles, escuchamos la voz de tu pareja que te llamaba a gritos, y con violencia y desesperación le preguntaba a tus amigas dónde estabas. Te tape la boca para continuar, porque no podíamos parar, nuestros cuerpos no nos permitían esa opción, todo lo contrario, nos volvió más y más calientes, brotando toda nuestra perversión, nuestra sed de goce, de sentir, conocer, descubrir que tan lejos podíamos llegar y que tan intensos podían ser nuestros orgasmos con el caos en el exterior. Más y más duro, y rápido era lo único que nuestra sangre bombeaba y nos permitía el poder del éxtasis, no controlábamos nuestros movimientos, ellos se movían de memoria, una memoria desconocida, de naturaleza anhelada, voluptuosa y orgásmica... acabaste dos veces seguidas y las cascadas de tu sexo no solo lubricaban mi miembro, si no también mojaban mis piernas y mi pantalón. Cuando de nuevo intentaron abrir la puerta, para luego tocarla rápido pero suave, ahora se notaban manos femeninas, era una de tus amigas preguntando "¿quién esta ahí?"... yo tapaba tu boca para que no se escucharan tus gemidos... pero no fue suficiente... tu amiga te reconoció y pregunto "¿eres tú? Ya se que eres tú ¿qué haces? ábreme ahora!". Apagamos la luz, acomodaste tu sostén, calzón y las sedas de tu vestido... abriste la puerta... y al momento en que girabas la manilla, acaricie tu culo penetrándote suavemente con mi dedo y te fuiste cerrando la puerta.

1 comentario:

susúrrame tus pensamientos...