jueves, diciembre 12, 2013

mi amiga y su nueva amiga


Suena el celular, es una de mis mejores amigas, está muy misteriosa y me pide que nos reunamos pasado el medio día en un pintoresco café al que hemos ido en otras ocasiones, a pesar de que insisto en preguntarle no quiere adelantarme nada. Al llegar ella ya está sentada y por el movimiento de sus manos puedo notar el nerviosismo, me preocupo, al verme se levanta saludándome y nos sentamos rápidamente, le pregunto que ocurre que me tiene asustado, y me dice que nada grave, sólo algo que ha decidido hacer luego de muchos años de olvido y un último sueño premonitorio, y que yo soy el único en quien confía lo suficiente como para ayudarla, me rio y le pido que me cuente de una vez. Luego de muchas vueltas, pasando por momentos de su infancia y adolescencia, me cuenta que su mayor fantasía sexual no cumplida es estar con otra mujer y que ha llegado el momento de hacerlo, pero que no sabe cómo concretarlo ni con quién, y que ahí entro yo, quien debe ayudarla a solucionar el enigma, y antes de que diga una sola palabra se apresura en aclararme que ella no quiere por nada hacerle sexo oral a una mujer, sólo busca muchos besos y chupar y acariciar sus senos. La miro fijamente con una sonrisa tranquilizadora, le tomo sus manos diciéndole “no te preocupes por nada, feliz te ayudaré”, veo sus ojos llorosos, se lanza en mis brazos y me da un sentido beso en la mejilla.

Luego de un par de días pensándolo he llegado a la convicción de que lo mejor será acudir a una profesional, que sepa lo que hace, tenga paciencia, altura de miras en las peticiones y que nada le parezca incómodo o sorprendente, y conociendo a mi amiga además deberá ser hermosa, idealmente joven y con clase. La llamo para comentarle mi idea, ella comienza negándose rotundamente, que cómo se me ocurre, y poco a poco comienzo a explicarle, a que vea lo favorable, discreta y excitante de la aventura, su fantasía transmutada en realidad inolvidable. Ella acepta entusiasta y ansiosa, al mismo tiempo que me exige que antes debe conocerla, a lo cual le digo que por supuesto y que nos juntemos mañana mismo. La reunión queda fijada en un café del barrio de negocios cerca de su oficina, cuando estoy muy cerca me doy cuenta que me espera en la esquina, llegamos pasado las 17 hrs. y nuestra posible nueva amiga ya llego, la reconocemos por la blusa rosa semi transparente que nos mencionó por mail para identificarla, está en una de las mesas de afuera, con las piernas cruzadas, falda tubo negra sobre la rodilla, y zapatos taco aguja negros suela roja. Me adelanto un paso y la saludo diciendo “Débora verdad?”, cortésmente le presento a mi amiga y comenzamos a hablar de trivialidades para romper el hielo y entrar en materia, mi amiga inesperadamente toma el control de la conversación y comienza a preguntarle sobre su vida, pasatiempos, y desde cuando trabaja en esto, la chica se ríe y muy relajada contesta a la avalancha de curiosidad, sin antes mencionar lo nuevo que le parece tener que conocernos hoy, también me pregunta si yo estaré presente y si participaré de la acción, a lo cual mi amiga le responde que estaré pero sólo de espectador. Me doy cuenta que está contenta y excitada, lo noto por como cruza sus piernas, acaricia su pelo, descubre entusiasmada temas en común, y se ordena la blusa rozando sus senos. La reunión ha sido un éxito y quedamos para mañana a la media noche.

Llegamos a la habitación de un hotel boutique céntrico, lejos del departamento de mi amiga y a algunas calles del mío, no se bien por qué pero ella quiso estar lejos de su vida pública para esta fantasía. Debo decir que está bellísima, realmente infartante, lista y a la altura de una imborrable cita. Me pide un whisky con hielo, abro el minibar y preparo dos para calmar la ansiedad y los nervios, con mi vaso camino hacia la cómoda y pongo algo de música sensual, le hablo de otro tema para que se relaje, reímos, le digo lo hermosa que se ve, acaricio su cabello, y tocan a la puerta… abro, finalmente es ella, con maquillaje suave ideal para su mirada penetrante, camiseta totalmente de encaje negro ceñida al cuerpo, brasier del mismo color, falda bandage gris muy ajustada, y zapatos taco aguja y plataforma negros, me saluda chispeante con un beso entre labios y mejilla, y luego camina como por una pasarela para saludar a mi amiga, sin duda es la mujer perfecta para que cumpla sus deseos. Deja su bolso satchel sobre una silla, lo abre y saca varios juguetes para chicas dejándolos sobre la cómoda diciéndole “por si te animas”, yo me siento en silencio en mi rol de espía desde una esquina, ella sirve tres whiskys, le lleva uno a la clienta, otro para mi y el último lo bebe mientras conversa, se sienta en la cama junto a mi amiga mientras comienza a acariciar suavemente una de sus piernas, luego su pelo, y baja con sensuales besos por el cuello, desabrocha uno a uno los botones de la blusa metiendo la mano en sus senos, los aprieta fuerte y delicado, le termina de sacar la blusa soltando el brasier para chupar sus pezones, lo hace y mi amiga inmóvil gime recostándose paulatinamente, aún no se atreve a participar, sólo deja que Debby actúe haciendo lo que quiera con ella. Baja por su vientre hasta llegar a las puertas de su sexo mientras manosea sus senos, vuelve a subir y comienza a besarla larga y suavemente, al mismo tiempo que baja el cierre de su propia falda, se detiene para quitar su camiseta y brasier volviendo rápido a los besos, con sus hábiles manos quita la falda de mi amiga quedando ambas solo con sus colaless, besos, abrazos, giros, juguetean por quién queda arriba y abajo, y los besos crecen en intensidad con las lenguas penetrando sus bocas, con gran delicadeza nuestra nueva perversa comienza a rozar el sexo de mi amiga, ella se niega pero atacada con pasión se deja dominar permitiendo que los dedos comiencen a entrar uno en uno mientras es besada, sus gemidos se vuelven muy fuertes, está en éxtasis, goza sin pudor alguno, descubre nuevas formas de su lujuria. Los dedos ya no son suficientes, su clítoris exige una lengua hasta ahora desconocida de mujer diestra, y con exquisita sutileza se cumple el mandato, mi amiga la toma del pelo oprimiéndola hacia ella, grita de placer, es puro descontrol, y de súbito me llama pidiendo mi miembro en su boca a lo que acudo con prontitud y una erección de proporciones digna de la ocasión, con un movimiento rápido nuestra profesional va a la cómoda y trae un consolador doble, como una seda mete un extremo en mi amiga y el otro en ella, y se deleitan mutuamente con la explosiva energía de dos diosas libertinas, con tan bellas imágenes hago erupción dentro de su boca, y ella complacida lo bebe apartándome y acabando junto a su ocasional amiga. Vuelven a cubrirse de besos y abrazos, siento que llego el momento de salir a tomar aire, sin que se den cuenta las dejo en el regocijo de sus pieles desnudas y plenas…

domingo, diciembre 08, 2013

naturalmente juntos


Lejos de bocinas, tacos, y toneladas verticales de hormigón, acabamos de arribar al campo, la esperada belleza natural, indómita y liberadora. Brisas que atraviesan por cada uno de mis poros, respiración profunda que limpia el envilecimiento de la sociedad, mirada que no termina de viajar a través del inagotable horizonte, por fin paz. Nuestro refugio, recordando tiempos de aventura, es una carpa iglú ideal para mis dos amigas y yo, un oasis de armonía, encanto y feromonas. Algunos metros hacia el este corre un pequeño riachuelo, y junto a nuestra carpa por un lado una simpática familia y por el otro una pareja que hemos distinguido bañándose a lo lejos. El lugar es vasto y todos nos deleitamos en una porción de este paraíso.

El atardecer nos cubre con su manto naranja reuniendo a todos los visitantes junto al fuego, espontáneamente se nos unen padre, madre y sus dos pequeños, conversamos y reímos junto a ellos, son del norte muy extrovertidos, divertidos y empáticos, mil anécdotas que repasar sobre todo mientras vemos avanzar los minutos navegando en algunas copas de vino. Vuelve la pareja de un paseo sumándose con más risas, historias y bebidas, cae la noche, los niños se van a dormir y luego de momentos de arrullo vuelve la madre deseosa de más relajo. Hojas de eucaliptos que chocan arropándonos con su perfume, zarzamoras impregnándonos de dulzura, agua pura que baja por misteriosas rutas desde la cordillera, naturaleza plena que nos regala una nueva vida, es de noche y estamos felices. Inmersos en alegría alguien propone ir al agua, y entre gritos y risas todos aprobamos la idea, salvo el matrimonio que por razones obvias se excusa despidiéndose entre abrazos y besos. Cada cual toma sus vasos y copas, y nos vamos al riachuelo.

Cuanta energía, la naturaleza nos carga y nosotros somos transmisores entusiastas de su sabiduría. Aunque el agua no alcanza a cubrir nuestras piernas, nos lanzamos entre juegos, piruetas, y estimulantes roces. Una de mis amigas se sumerge saliendo de súbito del agua, cae en mis brazos y me da un gran beso, momento en que la otra llega por mi espalda reuniéndose en el abrazo y el beso, nos reímos muchísimo, explosiones de agua, fiesta, naturaleza, y la pareja que nos acompaña no se queda atrás, giran, brincan, cantan, con pequeños zambullidos se unen a nosotros, entre todos nos lanzamos agua disfrutando chispeantes momentos, a ratos nos detenemos y conversamos para que alguno comience el juego de nuevo, repentinamente entre el festejo por primera vez me fijo en ti, si tú… bella, efervescente, luminosa como mi estrella en el cielo negro, cuando puedes tú también me miras, no como se mira esta conmovedora naturaleza, si no como el reencuentro de almas que se pertenecen… sólo un pequeño detalle, estás con tu novio. Luego de emancipados y largos minutos mis amigas salen del agua, seguidas por tu pareja que te llama, toma tu mano y te lleva lejos del agua, mis amigas me llaman y nos vamos todos riendo hacia las carpas. Al llegar nos quedamos un tiempo junto al fuego, una de mis amigas se va a dormir, la otra me da un beso susurrándome que las siga, y lo hago… tú y tu pareja se quedan.

No puedo dormir, salgo de la iglú sentándome a pensar contemplando las brazas, a los pocos minutos tú también sales, te sientas junto a mi, nos miramos, cruzamos un par de palabras para inevitablemente comenzar a besarnos, los sentimientos van y vienen como las nubes, quedándose con nosotros los más excitantes y placenteros. Te tomo de la mano y nos internamos en el campo, altos y extensos pastizales, giramos con abrazos y besos, corremos, reímos, atravesamos un pequeño bosque hasta alcanzar una pradera con aromáticas flores silvestres acostándonos en su nido. Acabo de nacer a la intensidad de los sentimientos… abro los ojos, me haz traído a una nueva vida, suavemente te penetro con movimientos cada vez más profundos y veloces, exploro toda tu piel descubriendo extasiado tus núcleos de placer, festejo con tus pezones, muerdo y lamo tu cuello, oídos, hombros, pechos, te aferro a mi queriendo ser uno, los movimientos son lujuriosamente violentos haciendo flotar pétalos sobre nosotros… mi lengua rasposa baja hasta tu sexo, y con delicadeza se mueve esclava de sus latidos, humedad y abultamiento, me meto entre tus labios bañando mi rostro desenfrenado, lo recorro completo llegando hasta tu ano, para volver a subir quedándome hechizado en tu pequeño y duro órgano carnoso… me tiras del pelo subiéndome hasta volver a besarme, los pájaros comienzan a cantarnos, el amanecer nos ilumina, me paro para distinguir a donde estamos, gracias a mi gesto te sientas lamiendo mi falo, cierros los ojos y disfruto la tibieza del tierno sol y el confortable fuego de tus labios, tomo una de tus manos poniéndote de pie, alzo una de tus piernas hasta mi hombro para volver a estar duro dentro de ti, con nuestro movimiento decenas de pájaros vuelan, mientras entro y salgo de tu interior aprieto tu culo deslizando mis dedos hasta lo más hondo que puedo de tus entrañas, me inclino levemente para besar como súbdito tus pezones, tus senos, tu vientre, tus brazos, tus dedos, qué es este éxtasis que nos ama, que sale de ninguna parte, de todas partes, una avalancha de perversión y ternura… mi dulce amor, por fin.

viernes, diciembre 06, 2013

parque de diversiones


Sube muy lentamente, y a pesar de las barras de seguridad el sudor despierta, estamos muy cerca de la cima, la alcanzamos y la velocidad y vértigo se apoderan de todos sujetándonos hasta con las uñas, se escuchan los rugidos de todos, yo también me descargo y por algunos segundos boto todas las tensiones, grito y abro los brazos, respiro hondo, la diversión me envuelve. Un giro, otro, ahora de cabeza, más rápido, vueltas y más vueltas, remolinos, una verdadera cuncuna antigravedad, hacia arriba y otra vez bajando a toda velocidad, veintiocho formas de vivir, ver y sentir esta agitación, y claro que esta adrenalina la vivo mucho mejor gracias a la bella compañía que tengo en el asiento de al lado, por momentos cierro los ojos sintiendo el viento en mi cara y al abrirlos espío los sensuales movimientos llenos de emoción de mi compañera accidental. Baja la velocidad, la última curva y termina suavemente el viaje. Fue una gran idea venir a sorprenderme como un niño a este parque de entretención. Y ahora la próxima atracción.

Camino entre la multitud buscando algo que me llame, llego a un castillo con palmeras, se trata de un paseo por territorios piratas, me gusta la idea, me sumo a la fila, delante de mi hay tres amigas y una de ellas va con sus dos hijos. Descubro que el viaje es en bote, genial dar vueltas por un riachuelo, y en cada uno suben máximo tres personas. Ahora me toca, en el primero sube la madre y sus hijos, y en el siguiente sus dos amigas y yo, el bote es pequeño y nos debemos sentar en fila, gentilmente las ayudo a subir y me lanzo al abordaje. Se inicia el recorrido, estamos en completa oscuridad y pasamos por un primer portal con una gran calavera de ojos rojos, los niños lanzan instantáneos gritos al unísono, las guapas que van conmigo se animan y también lo hacen, me divierten, es tierno, me río. Nos reciben esqueletos de piratas junto a sus cofres con monedas de oro, hablan diciéndonos “el tesoro es mío”, seguimos avanzando y siempre sorpresivamente saltan nuevos piratas de terror, uno de ellos cae con cadenas desde arriba y con la impresión tú te vas hacia atrás protegiéndote en mi pecho y estrechando fuerte mi mano, luego del susto no te apartas, sigues pegada a mi, tu amiga que va en la punta del bote no se da cuenta, y gracias a eso nosotros notamos que nuestros movimientos son inadvertidos, la oscuridad nos da completa libertad. El viaje no para, a lo lejos cada tanto se escuchan nuevos gritos, tú giras, te doy un apretón y de súbito un primer suave beso, tú me miras sorprendida en la oscuridad, te doy otro, y lo acoges extendiéndolo por unos minutos, seguido de otro aún más intenso, por debajo de tu ajustada camiseta sube mi mano hasta envolver el monte del brasier, apretándolo fuerte para luego entrar por debajo llegando a tu pezón. Nuestros besos se vuelven largos y profundos, animados por vivaces cantos de corsarios, tu amiga impactada nos descubre entre las sombras, con una mirada te aviso, tú lanzándole otra le pides que guarde silencio, ella gira rápido y no nos vuelve a mirar, al mismo tiempo que con tu hábil mano bajas mi cierre comenzando a masturbarme, y yo invitado por tu gesto hago lo mismo penetrando con mis dedos en ti. A lo lejos vemos un gran barco con maniquís de piratas dentro, te susurro “cuando pasemos junto a él lancémonos”, y tú me respondes con un beso y una lasciva sonrisa, justo en la curva nos ponemos de pie y saltamos, tu amiga asustada nos mira y tú le dices “no digas nada, afuera nos encontramos”. Avanzamos rápido hasta llegar detrás del barco, momento en que nuestros cuerpos se vuelven fuego, no hay tiempo para palabras, pensamientos, ni preocupaciones, nos convertimos en un solo ser, tú en mi y yo en ti. Te inclinas clavando mi verga en tu boca, la recorres una y otra vez, cada detalle en todo su largo es favorecido por tu explosión de perversión insaciable, al juguetear con la cabeza sacas de tu cartera un condón y me lo pones con agilidad, yo te alzo del pelo, meto mis brazos entre tus piernas, levantándote y penetrando en ti tan fuerte como nuestra lujuria nos dicta. Gozamos a niveles indecibles, no nos detenemos por nada, te hago flotar en el placer mientras tus ondulaciones exprimen mi falo con la fuerza voluptuosa de tu alma libre…

Entre la adrenalina de lo prohibido y tanto placer, logramos escuchar voces desde walkie talkies y carreras de personas que vienen hacia nosotros. Las cámaras de seguridad nos han descubierto, nos lanzamos a correr por la orilla del riachuelo esperando un bote semi vacío… pasa uno y lo abordamos sin pensar, solo lo tripula una pareja que nos mira asustada y asombrada… y nos besamos mientras el bote se aproxima a la luz…

domingo, diciembre 01, 2013

agua dulce


Luego de brindar por enésima vez celebrando el aniversario de bodas de mi mejor amiga, escapo del complejo de cabañas hacia la playa, necesito un respiro, contemplar las tranquilas aguas de este lago que guarda inolvidables recuerdos de mi juventud, que las virtudes de la noche traen a la luz. Me saco los zapatos y avanzo por la suave arena que abraza mis pies hasta tocar el agua dulce que los envuelve, quedándome inmóvil absorbiendo el aroma de momentos felices. Miro hacia los lados y descubro un bote inflable de uno de los hijos de las parejas invitadas, camino hacia él junto a mi vaso de bourbon, lo meto al agua y me subo remando hacia la luna. Luego de algunos minutos en este impulso, me detengo a disfrutar y no pensar absorto en todo cuanto me rodea, relajo una de mis mano en el agua mientras me deleito con mi bebida y la calma se apodera de todo… Estalla el agua tambaleando el pequeño bote y surges tú, brillando con destellos de luna, desnuda, plena. Te sostienes en uno de sus bordes preguntándome qué hago aquí, yo te cuento que huyo de un aniversario, y tú que te tomaste un respiro de la fiesta con tus amigas en las cabañas de al lado, comparto mi trago contigo, me lo agradeces y bebes, lo llevas hacia un lado para continuar la conversación, se te resbala y yo para salvarlo caigo al agua… nos reímos junto al bote, y gracias a los suaves movimientos de las olas terminamos abrazándonos, puedo sentir el calor de tus pechos, te acerco fuerte a mi besándonos dulce e intensamente, con ambas manos te rodeo tomando las cuerdas del bote y presionándote hacia él, tú con los brazos inmóviles hacia abajo hábilmente desabrochas mi pantalón y comienzas a masturbarme, yo voy y vengo extasiado entre tus labios, cuello y senos, muerdo tus pezones y vuelvo recorriéndote a tus labios, me abrazas con tus piernas saltando enérgicamente el agua, movimiento que de forma natural lleva mi miembro duro a gozar de lo más profundo de los placeres que guardas entre tus piernas… flotamos en nuestra lujuria, y es justamente ella la que se unifica con el agua permitiéndonos desplazamientos armónicos e inimaginables de otra manera… nos soltamos del bote flotando en sensualidad, giramos, variamos nuestras posiciones, con mi falo en tu boca me haces acabar, con tu sexo en mis labios gimes hasta compartir con el lago los fluidos de tus insaciables orgasmos… te penetro por detrás, mordiendo tus hombros y cuello, esta muy estrecho, gritas fuerte pero te gusta gracias a que el agua nuevamente es nuestra aliada en la voluptuosidad, al mismo tiempo te masturbo, primero con un par de dedos para luego sumar dedo a dedo hasta completar la mano, giras tu rostro hacia atrás para besarme y tu lengua revela ondulante y sigilosa tus más íntimos deleites a la mía…
Desde la playa gritan tu nombre… me sueltas dándome un último beso y nadas a la orilla. Doy algunas braceadas hasta alcanzar el bote y mi ropa que flota, la subo y arrastrándolo desde la cuerda nado hasta la orilla, me visto y camino mojado hacia las cabañas.

Hace algunas horas que termino la fiesta, están todos en sus cabañas, el silencio deja escuchar grillos y uno que otro sapo… yo no puedo dormir por el calor y las mágicas imágenes que me vienen de ti, me pongo un traje de baño, sandalias y camino a la playa. Una vez en la orilla y mientras la tibia agua me acaricia los pies, giro descubriendo a lo lejos que en tus cabañas una tiene luz, comienzo a acercarme no se porque, tal vez por la inevitable necesidad de encontrarte, salto el pequeño cerco, camino dándome cuenta que la luz viene de la cocina y la ventana está abierta, cuando llego frente a ella se acelera mi corazón y respiración al ver que eres tú bebiendo un vaso de agua, con el impulso de la pasión salto hacia adentro, tú lanzas un pequeño grito de susto que rápido se transforma en un abrazo y besos, yo te aferro fuerte a mi viajando desde tus labios a tu cuello...
De golpe y por el ruido, aparece en calzones una de tus amigas…

sábado, noviembre 30, 2013

lluvia de primavera


Comienza a caer una inesperada y copiosa lluvia de primavera, te tomo de la mano y corremos entre risas, besos y saltos, intentando esquivar los pequeños charcos que comienzan a formarse. Cruzamos la calle zigzagueando entre los autos, la lluvia se desata y esta vereda no tiene ningún lugar donde refugiarse, intentamos correr más rápido, nos detenemos, veo tus ojos que brillan mientras el maquillaje corre bellamente por tu rostro, y la ropa pegada al cuerpo revelando tus sensuales formas, lanzamos carcajadas y nos vamos relajamos.

Llegamos a nuestro edificio y volamos al ascensor, mientras se cierra la puerta comenzamos a besarnos tan profundamente como si fuera el último beso de nuestras vidas. Subes una de tus piernas abrazándome con ella, aprovecho su inclinación para meter mi mano bajo tu falda y acariciar y apretar tu culo, rozando con la punta de mis dedos tu sexo, mientras con la otra mano te aferro hacia mi, comiéndote la boca y el cuello. Pasan un, dos, tres, cuatro, y no se cuantos pisos, permitiéndonos amarnos mientras nos lleva hasta nuestro refugio. Salimos rápido del ascensor con tu blusa y mi camisa desabrochadas, no paramos de besarnos, saco la llave, abro la puerta y tú me empujas con un gran beso hacia adentro… vamos dando tumbos por las paredes mientras nos desvestimos, acariciamos, mordemos y besamos. Las cortinas están abiertas permitiendo que cualquiera nos vea, pero no nos importa, es más le da un aliño extra a esta vorágine de gozo, somos presa complacida de nuestro amor, todo corazón es un cazador solitario, y nosotros nos devoramos volviéndonos solo uno. Te levanto sentándote en el respaldo del sofá, desabrocho mi pantalón y te penetro tan profundo como es posible, pudiendo sentir en ese mágico camino todo el fuego placentero que guardas para mi, chupo tus pezones mientras tus caderas bailan con mi falo, nos movemos tan intenso que el sudor nos recorre y nos une, subo tus piernas y las cruzas alrededor de mi cuello, y guiado por la humedad de tu vulva meto mi miembro en tu culo. Que placer, que voluptuosidad divina, sentir como me exprimes desde lo más hondo de tu pasión. Mientras mi sexo se vuelve como un fierro que crece y crece gracias a tu lujuria, te dejas caer por el respaldo del sofá gimiendo de forma tan exquisita que me vuelves vicioso y potente. Nos revolcamos por la alfombra regalándonos todos los placeres que sabemos nos gustan, y no se cuantas horas han pasado, pero me encanta que seamos libertinos insaciables desde nuestro auténtico amor.

Los primeros rayos de sol que entran por la ventana, avanzan hasta que alcanzan y cubren nuestra cama… te despiertan y comienzas a acariciarme, yo abro los ojos y tú me dices “amo despertar y que estés a mi lado”… nos besamos, recorro tu cuello, desciendo por tus senos, me quedo mordiendo y besando tus pezones, al mismo tiempo que con mis dedos estimulo tu perla, que se asoma ansiosa de más… sigo su llamado y bajo hasta ella, y con mi lengua y labios le doy tanto placer como me pide y más… y gimes y me encanta... tiras de mi pelo para luego fusionarme a tu sexo, paso largos e inolvidables minutos compartiendo lujuria con esos labios que bañan mi rostro… y subo, y tú tomas mi miembro metiéndolo dentro de ti, y nos volvemos uno, con movimientos suaves y ondulantes que nos transportan a las sensaciones más puras y auténticas que alcanzan nuestras auras… cuando caen pequeñas lágrimas de éxtasis por nuestras mejillas y te confieso “gracias por enseñarme a amar”…

viernes, noviembre 29, 2013

las vías del deseo


Admiro por la ventana como lentamente se transforma la naturaleza volviéndose cada vez más verde, mientras mi paladar festeja en un coche comedor totalmente lleno, del que fui el último afortunado en encontrar una mesa disponible. Junto a mi la lectura que llevo para este viaje y un ipod con la banda sonora justa para esta envolvente atmosfera. Escucho como disfrutan familias, niños inquietos y divertidos, señores y damas riendo a todo pulmón, todo gracias a la comodidad que permite viajar en tren, donde si tienes el impulso puedes caminar con total libertad. La vía da un pequeño giro y un potente rayo de sol baña mi mesa, me levanto cerrando un poco la cortina, me vuelvo a sentar, frente a mi avanza una simpática azafata sonriendo a los pasajeros, y detrás de ella aparece el aura de un nuevo sol… distinto, de piel suave y perfumada, pero que brilla y da más calor que el astro rey, y espontáneamente todo comienza a gravitar en torno a ti, realizándose una fotosíntesis de sensualidad y deseo. Como las mesas del coche están llenas, te detienes junto a la mía, me miras y preguntas… ¿podemos compartir la mesa?... por algunos segundos me quedo en silencio por la sorpresa, y te digo que estaría encantado. Como yo ya estaba avanzado, pides tu plato, y juntos escogemos una buena botella de vino. Reímos, nos contamos un par de anécdotas de nuestras vidas, y con cada palabra casi podía ver en cámara lenta el movimiento de tus labios y el brillo hipnótico en tus ojos. Luego de largos minutos que no quería que terminaran, te despides, y con movimientos suaves te levantas alejándote frente a mi.

Reclinado en mi asiento disfruto de la lectura, es de noche y ya casi todos han apagado sus luces, yo aún sigo muy despierto y decido disfrutar del paisaje nocturno con una copa en el bar. Abro la puerta del coche y como un mensaje del destino estás solo tú bebiendo un bourbon con hielo. Giras, me miras, sonríes saludándome y estirando tu mano como tratando de alcanzarme, yo extiendo la mía, te abrazo y doy un beso. Camino a la barra, pido lo mismo que bebes tú, y vuelvo junto a ti para disfrutar del momento. Festejamos mezclando ansiedad, deseo, enigma y confianza, ahora nos contamos detalles de nuestras historias… con intensidad nos miramos, y cada vez que posamos el vaso en la barra junto a la ventana, rozamos nuestros brazos iluminados por una majestuosa luna llena. Pedimos varias rondas, y entre risas creo que te gusto y tú me encantas, y comienzo a sentir como flotan las feromonas fusionando nuestros cuerpos sin siquiera habernos besado. Y nuevamente, de forma inesperada, te levantas, me das un inspirador beso entre la mejilla y los labios diciéndome que estás mareada, y te vas… termino mi último vaso excitado y decepcionado, aunque luego sonrío con chispazos de instantes maravillosos que pasamos juntos. Vuelvo a mi asiento, lo reclino e intento dormir.

Luego de un tiempo en que creo haber dormido algo, me dirijo al baño. Al llegar esta ocupado, espero unos minutos, suavemente se abre la puerta, y apareces tú…
Sonríes, yo también, me miras muy profundo, respiras hondo y tomando mi mano me llevas dentro del baño… comenzamos a besarnos como si quisiéramos ser sólo uno, acaricio tu culo y tú mi pecho recorriéndome hasta llegar a mi sexo, mi espalda choca con el seca manos que lanza aire caliente que parece frío comparado con nosotros, que somos brazas de lujuria hambrienta. Te abrazo, beso, muerdo, disfruto de tus sabores y perfume paradisíaco, y tú te arrodillas metiendo mi falo en tu boca, lo besas por todo su largo, juegas con tu lengua en la cabeza, y yo acaricio tu pelo, en momentos tirándolo suavemente y guiándote más adentro… movido por el éxtasis de cada uno de tus detalles, te tomo ágil del brazo levantándote, y luego de la cintura te subo sentándote en el lavamanos, me pongo el condón sin dejar de besarte, corro los bellos encajes que cubren tu húmedo sexo, penetrándote lo más profundo que mis fuerzas me permiten hacerlo… nos movemos rápido, y lento, y rápido, somos llevados por toda la pasión de nuestros universos… te levanto las piernas hasta posarlas en mis hombros, las beso, tú rasguñas suave e intensamente mi pecho, te inclinas para besarme, aprieto tus senos, más fuerte en los pezones, los muerdo y beso, recorro tu cuello, labios… siento como fluyen las más deliciosas cascadas bañando y desbordándose alrededor de mi miembro… y danzamos flotando como libertinos gozando de nuestro desenfreno…

martes, noviembre 26, 2013

amabilidad


Me faltaban algunas cosas y tuve que ir al supermercado. Al llegar estaba lleno, respire hondo y me lancé a la búsqueda. Los pasillos eran una carrera de obstáculos, pero comencé a ver todo como una armónica danza en cámara lenta. Ayudado de un canasto tome lo necesario lo más rápido que pude, y para divertirme en el camino, como dice aquella vieja terapia, imagine a todos desnudos. Al tener lo que necesitaba camine hacia una de las cajas, y como era de esperar me recibieron largas colas, elegí una y comenzamos a avanzar. De pronto, sin esperar nada, en la fila de al lado estabas tú vestida divina, una blusa de tela generosa que dejaba ver los detalles de tus brazos, vientre y tus senos, junto a un pantalón a rayas verticales que ascendían como queriendo penetrar en tu cálida intimidad, al tiempo que describían las curvas de tus caderas y piernas. Tú fila avanzo más rápido que la mía y te perdí de vista. Llegue a la caja, pague y al fin me fui cargando mi bolsa y repasando en mi memoria chispazos fugaces de tu belleza.

Al estar en la calle, con sorpresa y alegría te reconocí algunos metros más adelante, y como si fueras un imán de sensualidad no pude resistir los deseos de caminar hacia ti, y comencé a seguirte. Cada paso que das es una invitación a admirarte, y tus caderas de lado a lado provocan explosiones de hormonas que quedan suspendidas en el aire, que el viento virtuosamente las trae hacia mi. Y de pronto el regalo… tu bolsa se rompe y yo que me encontraba tras de ti acudo a ayudarte. Tú te agachas, yo llego, nos saludamos y me inclino frente a ti recogiendo juntos tus alimentos. Me dices con elegancia que no me moleste, y yo te respondo que no es una molestia si no más bien un placer. De tus dos bolsas, ahora tenemos todo listo y guardado en una, mencionas lo pesada que está, te alistas para irte y yo te detengo diciéndote que estas loca y que por supuesto yo te acompaño con las bolsas hasta tu departamento.

Caminando juntos, de reojo no puedo evitar recorrer tu cuerpo una y otra vez, y cada vez que no me miras respiro lo más hondo que puedo absorbiendo hasta el último rastro del perfume de tu piel. No hablamos demasiado, yo muy tímido trato que no se note aprovechando este bello momento, y tú guapa y desenvuelta me dices lo gentil que fui y uno que otro comentario acerca de la gente y como reaccionan en estos tiempos de individualismo. Tu edificio estaba cerca, llegamos a la puerta y me preguntas ¿me acompañas hasta arriba?... y yo sin siquiera pensarlo te digo que sí. En el ascensor no hablamos, solo nos miramos y sonreímos, y nuestras respiraciones son profundas y lentas, como si con ese aire nos contáramos y compartiéramos cada uno de nuestros placeres. Nos bajamos del ascensor y caminamos lentamente por el pasillo, llegamos a la puerta, la abres y me invitas a pasar diciéndome que te acompañe… te sigo hasta la cocina, dejo tu bolsa sobre el mesón y al girar estás tú que te lanzas sobre mi pecho y comienzas a besarme intensamente, besos de mujer madura, vivida, plena… nuestros besos llegan al desenfreno acompañados de calientes caricias, me tomas de la mano llevándome hasta el salón, me empujas sobre el sillón, te sientas sobre mi, sacas rápido mi polera y con ella misma amarras mis manos por detrás del respaldo… yo río y me excito con esta inmovilidad esperando ansioso y sumiso tu dominio… te paras frente a mi y comienzas a desvestirte rápido pero con gracia y suavidad, me bajas los pantalones, con una sonrisa descubres que no uso ropa interior y te inclinas para besar mis piernas jugueteando justo junto a mi sexo, el cual crece desbocado, pero tú lo ignoras subiendo con besos hasta mi pecho, cuello, boca,… me muerdes los labios, recorres mi rostro, vuelves al cuello, y nuevamente bajas… yo ya no puedo más, mi miembro se vuelve tan grande como el deseo que tengo por ti, y tú aún no lo tocas, solo sonríes… te suplico que le des tregua, que lo mimes, que me permitas entregarte todo el placer que te mereces… pero tú no me escuchas y sigues recorriendo mi piel, con besos y uñas que marcan nuestra fusión con suavidad… repentinamente con la agilidad del fuego abrasador, te subes tomándolo y metiéndolo directo hasta el fondo de tu calor. Galopas con frenesí descubriendo tú ritmo, el ritmo de la lujuria, del deseo, del placer… el que sólo tú conoces, el goce pleno de una mujer que juguetea con sus orgasmos… y gimes, y rasguñas, me dominas y te gusta. En uno de tus ondulantes movimientos sacas mi sexo metiéndolo en tu culo, puedo sentir las más fascinantes brazas en tu interior, que me exprimen y queman, y sigues moviéndote guiada por la sabiduría de tu perversión… gritas más fuerte, al tiempo que con una de tus manos azotas tu clítoris y lo mueves rápido superando los limites de tu goce… tu humedad salta mezclándose con nuestro sudor en un elixir que nos baña… te mueves más rápido gritando como nunca, caen por tu mejilla algunas lágrimas, te detienes y me abrazas entre risas de indescriptible felicidad…
Te levantas, me sueltas, con tu mano haces que me pare, entregándome la ropa y la bolsa me llevas hasta la puerta, la abres, suavemente me empujas hacia fuera, y con un gran e inolvidable beso te despides y la cierras.

miércoles, noviembre 20, 2013

amigos de juventud


La cena ha estado divertida, es verdad que tuvimos que invitar algunos obligados, pero ahora que ya se han ido casi todos, puedo decir que nuestros amigos de siempre nos han vuelto a salvar, haciéndonos reír hasta las lágrimas olvidando a los pesados. Sólo queda tu amigo de adolescencia y su pareja, que como vienen desde lejos y conducir hasta su hotel en estado de fiesta total es peligroso, les ofrecimos que se queden en la pieza de alojados.

Seguimos la fiesta recordando inolvidables momentos de juventud, las copas van de un lado para otro y desde hace rato que perdimos la cuenta. Risas y bailes espontáneos nos envuelven, mezclado con pausas de conversaciones a veces divertidas y en otras profundas e intimas que rozan deliciosas confesiones que sólo brotan a la luz gracias a la lubricidad de los brebajes que fielmente nos acompañan. La bella y simpática pareja de tu amigo, entre bailes se detiene y decide irse a dormir. Tu amigo aún esta muy animado, la besa y se queda con nosotros siguiendo con la vorágine de alegría.

Los tres caemos exhaustos en el sillón, gotas de sudor lentamente recorren las formas de nuestros cuerpos, la música continúa haciendo vibrar nuestros pechos y marcando latidos sincopados en nuestros corazones. Nos miramos, decimos cosas divertidas, susurros al oído y reímos. Repentinamente nos sorprende el cambio de música aleatorio, con ritmos suaves y sensuales… aún quedan un par de risas que con sutilezas se comienzan a transformar en labios felices con sed de algo más… tú y yo nos miramos y acariciamos… comenzamos a besarnos, recorro tu cuello, al tiempo que acaricio tus piernas, caricias con las que tus senos también se bañan… y comenzamos a viajar por las sensaciones que más disfrutamos… con tu suave e intrépida mano tocas mi miembro duro y cada vez más grande, sabes muy bien como hacerlo, estimulando este aguijón de tus placeres. De pronto recordamos que junto a ti esta tu amigo, el cual todo este tiempo, sin darnos cuenta, nos a acompañado con sus miradas y pleno deseo. Y en este ambiente colmado de caricias y excitantes voluptuosidades, sin palabras, ambos lo miramos e invitamos a ser parte… le tomas su mano dirigiéndolo a tu vientre, él siguiendo el rito espontáneo cobra movimiento, y con algo de timidez comienza a acariciarte recibiendo con felicidad su premio, un regalo que lo traspasa desbordándonos a los tres.

La imaginación siempre ha sido el más grande anfitrión de los placeres, y en esta ocasión la amistad entre ustedes alimenta el encuentro con intensas manifestaciones, son guiados por una lujuria fresca y excitante… miro por un instante como se reconocen… recorriendo sus detalles… él descontrolado y tú calmada, experta, diosa, guiándolo por los caminos del goce. Me uno a ustedes y con total naturalidad dos viriles súbditos nos volcamos a darte placer a ti, nuestra sacerdotisa de la satisfacción sin limites. Todos tus deseos serán cumplidos, él pasa su miembro por tus senos y yo me inclino ante la ídola, debo besar tu hermoso sexo inflamado por el calor y la humedad… que delicia gozar con mi lengua en tu perla, morderla suavemente sintiendo cada latido de sus instrucciones que me dicen no te detengas. Tú ya gozas doblemente saboreando con el sexo de tu amigo en la boca… lo recorres, deteniéndote en su cabeza, la tragas y juegas con tus dientes en ella sintiendo las primeras gotas de su ofrenda… yo me levanto introduciéndome en tu santuario… cada vez más rápido soy bañado por tus fluidos que me conducen directo a tu culo, momento en que estimulo tu clítoris que gime por más… me encanta sentir el calor de tu ano y como me aprieta exprimiendo su vigor. Cambiamos de lugar con tu amigo, el se sacude en tu vagina y yo gozo con tu boca… succiona mi miembro, deliciosa criatura, revitaliza tu mazo de fuego… traga, traga, y disfruta del semen que te aclama… bébelo que no se pierda una sola gota…
La música de acaba, pero nosotros no nos detenemos, creamos nuestro propio ritmo, desenfrenado, sin límite y insaciable. Mi miembro está más grande y listo para darte más… me deslizo y llego nuevamente a tu trasero… bellos montes duros que me piden entrar… tu amigo se menea en tu vagina y yo en tu culo… tus gritos se vuelven hermosamente ensordecedores… el placer es supremo… tu amigo se quita el condón y eyacula en tus senos, se pone otro y vuelve al templo que lo espera… yo no paro de poseerte por detrás llegando al fondo de tus entrañas, vigorosamente te doy duro… y me pides más…
De pronto, la pareja de tu amigo camina hacia nosotros…

martes, noviembre 19, 2013

disfrazado de confusión


Ibas vestida con un disfraz con aires a María Antonieta, el cual sólo tenia una pequeña, muy pequeña diferencia… el vestido era muy muy corto, dejando ver generosamente un bello portaligas que robaba las miradas de cualquiera al que le corriera sangre por las venas. Y tu maquillaje provocaba tanto calor que el único pensamiento que podía surgir era abrazarte y besarte en el mismo instante. Justo en ese momento te vi llegando a la fiesta de disfraces de tu pareja.

Luego de largos minutos entre baile, personajes insólitos y la creatividad de la fantasía, nos presentaron y me saludaste sin prestarme ninguna atención, la fiesta avanzaba y todos estaban muy prendidos, y tú repentinamente comenzaste a mirarme desde lejos, me sonreías cuando tu chico no lo notaba y acomodabas las flores de tu extravagante peluca… acariciabas tu pecho gracias al escote barroco, y bajabas por tu cuerpo cada vez que podías dejándome más y más excitado. La verdad yo no creía en lo que veía, pensaba que era mi imaginación o un error hasta que fui al baño. Luego de orinar me refresque mojando mi cara, cuando siento que alguien trata de abrir la puerta... la abro y eras tú, que con un rápido movimiento pusiste tu dedo en mi boca para que guardara silencio, cerraste la puerta y comenzaste a besarme... yo te abracé fuerte y bese con toda la pasión que existe, nos acariciamos por todo el cuerpo y nuestra respiración se volvió más y más agitada, lamía tus senos mordiendo suavemente tus pezones, y levantaba tu suave y vaporoso vestido disfrutando la dureza y suntuosidad de tu culo. Tú me empujaste fuerte hacia atrás haciéndome chocar con la pared, bajaste mi cierre, tomaste mi miembro y lo metiste en tus labios suavemente, jugando sensualmente con él, pasándolo por tu cara y volviéndolo a meter en tu boca, tragándolo entero y sacándolo lento una y otra vez.

Cuando estabas a punto de hacerme acabar tome tu pelo firme y suave... te levante girándote, te afirmaste del lavamanos, corrí tu pequeñísimo y sensual calzón, y te penetre fuerte... estabas mojada por el placer y mi miembro entraba con lujuria total movido por el llamado de tu calor y suavidad interior. Casi al mismo tiempo de sumergirnos en la efervescencia de nuestras pieles, escuchamos la voz de tu pareja que te llamaba a gritos, y con violencia y desesperación le preguntaba a tus amigas dónde estabas. Te tape la boca para continuar, porque no podíamos parar, nuestros cuerpos no nos permitían esa opción, todo lo contrario, nos volvió más y más calientes, brotando toda nuestra perversión, nuestra sed de goce, de sentir, conocer, descubrir que tan lejos podíamos llegar y que tan intensos podían ser nuestros orgasmos con el caos en el exterior. Más y más duro, y rápido era lo único que nuestra sangre bombeaba y nos permitía el poder del éxtasis, no controlábamos nuestros movimientos, ellos se movían de memoria, una memoria desconocida, de naturaleza anhelada, voluptuosa y orgásmica... acabaste dos veces seguidas y las cascadas de tu sexo no solo lubricaban mi miembro, si no también mojaban mis piernas y mi pantalón. Cuando de nuevo intentaron abrir la puerta, para luego tocarla rápido pero suave, ahora se notaban manos femeninas, era una de tus amigas preguntando "¿quién esta ahí?"... yo tapaba tu boca para que no se escucharan tus gemidos... pero no fue suficiente... tu amiga te reconoció y pregunto "¿eres tú? Ya se que eres tú ¿qué haces? ábreme ahora!". Apagamos la luz, acomodaste tu sostén, calzón y las sedas de tu vestido... abriste la puerta... y al momento en que girabas la manilla, acaricie tu culo penetrándote suavemente con mi dedo y te fuiste cerrando la puerta.

lunes, noviembre 18, 2013

una artista


Una amiga me comentó que había una buena exposición en el museo de bellas artes y hacia allá voy, hace calor pero al llegar me recibe una agradable temperatura, gratos minutos que eran mensajeros del placer que pronto vendría.

Comienzo el recorrido por una pequeña exposición de esculturas en madera, curvas suaves y sinuosas. Salgo cruzando el salón para entrar en la que me recomendaron. Antes de llegar te veo cruzar, vas en cámara lenta, tu pelo flota acariciando tus hombros, mueves suavemente tu cabeza, irradias sensualidad… por un momento perdí el interés en la exposición llenándome de ti, completa, mi sueño vivo… te sigo… no puedo hacer otra cosa… y vas directo a la exposición que yo iba.

Ambos entramos al mismo tiempo, uno junto al otro, no quise dejar que fuera de otra forma, quiero toda tu belleza, absorberla y transmutarla en goce puro. La muestra trata de videos, proyecciones y pinturas, esta todo muy oscuro, y las formas y la luz juegan maravillosamente proyectadas en tu cuerpo. No me quiero despegar de ti, y tu ya te diste cuenta y no te molesta. Me miras de reojo y cuando me quedo atrás mirando alguna obra, me esperas… y jugamos, nos cruzamos, la luz, la oscuridad, tu suavidad, tus curvas, tu pelo.

Más adelante hay una instalación, es un gran rectángulo que ocupa toda la sala y tiene una entrada única, y claro ambos entramos, nuestras manos se rozan al hacerlo, y caminamos por el primer pasillo… se agranda y luego de la primera curva se vuelve pequeño. Las luces cambian, hay monitores mostrando imágenes de gente desnuda, algunos bailan, otros se tocan, la luz se hace más escasa, el pasillo es irregular y nos conduce hacia una especie de centro. Miras hacia atrás y ríes… me tomas de la mano y comienzas a correr… llegamos rápido a un cubo habitación con un último monitor, en él una pareja desnuda se besa, lo mira otra pareja que se toma de las manos y se besa, nosotros entramos en silencio y muy despacio… la pareja que estaba se marcha… quedamos solos.

De un tirón me llevas hacia ti y comienzas a besarme, me muerdes los labios y lames mi cuello… con tus manos me masturbas por fuera del pantalón, sientes mi falo duro, te das cuenta de cada detalle de su forma que arde por ti, me bajas el cierre y comienzas a masturbarme rápido, acariciándolo completo. Me empujas con ambas manos desde los hombros tirándome al suelo, y tú caes sobre mi, me montas primero frotándote, sintiendo mi miembro, yo recorro todo tu sexo a través de tu pantaleta… y al poco moverte lo corres hacia el lado y te lo metes entero… galopas desbocada… sin limite, con fuerza gimiendo sin ningún tapujo… te encanta… metes tus dedos en mi boca, y galopas, levanto tu polera para apretarte las tetas, lo hago fuerte y mucho más intenso al llegar a los pezones, duros y excitados, montas rápido, a toda velocidad, gimes… gimo… gozamos y es lo único que nos importa. Te das vuelta y te lo metes en el culo y sigues cabalgando rápido, cada vez más… tu sed de lujuria es infinita… pequeña perversa, inquieta con ganas de experimentarlo todo. Tiro de tu pelo y más te excita, te tomo por atrás apretando de nuevo tus tetas, nada nos detiene. Acabo en tu fondo y tu lo haces mojando mis piernas y todo el suelo, tu placer es tanto que nos baña, nos embriaga.

Llega una persona y detrás de ella otra, y ambos quedan congelados al vernos, no saben si gritar, si somos unos locos, o es parte de la obra de arte… nos admiran excitándose al máximo, nosotros seguimos el juego… somos artistas… tú eres una verdadera artista, te mueves rápido hacia atrás posando tu sexo en mi boca y tragándote mi miembro entero, te lamo feliz, es el mejor sabor que he probado. La música nos inunda y nos vuelve aún más locos, al mismo tiempo me haces gozar saboreando con toda tu pasión mi pico… y los labios sexuales tan mojados. Meto mi lengua completa, mi nariz, mi pera, toda mi cara… acabo en tu rostro, mi leche te baña. Entra corriendo otra chica y nos dice “el guardia!!!”…
Tomamos nuestra ropa y salimos corriendo… mientras avanzamos nos abrochamos, vestimos y reímos.

regalar es un regalo


La tienda esta llena, fui a comprarle un regalo a una muy buena amiga, y al estar acá debo confesar que me excita ver tantas chicas buscando su estilo, llegando a humedecerse al verse bellas.

Recorro lentamente los pasillos, y el constante roce con todas envuelve el ambiente volviéndolo muy cálido. Llevado por esta temperatura placentera llego a la ropa interior, colgadores a lo largo del pasillo con sus probadores rodeándolos, llenos de espejos, creando un lugar casi mágico, donde se provocan hermosos juegos de miradas, sonrisas y cuerpos que recorren, juguetean y fantasean por el lugar.

Me inclino a ver un hermoso diseño y al levantarme… al otro lado estas tú… fresca, sensual, suave… y con sonrisas bellamente libertinas te vuelves luz difícil de olvidar. Ambos caminamos lentamente manteniéndonos uno frente al otro… y te gusta, me sonríes y yo a ti. Luego de unos minutos en este estimulante juego avanzo a tu lado y casualmente al buscar prendas rozamos nuestras manos, brazos, tu piel erizada, excitada, el perfume de tu pasión, tu cuello… cruzo por detrás de ti y siento tu culo duro y el olor de tu pelo… luego tu pasas por detrás de mi rozando fuerte tus tetas por mi espalda… tomas un par de colgadores con encajes paradisíacos, me miras y haces un gesto con la cabeza, me lanzas un guiño para que te siga… y sin pensarlo lo hago, lentamente para no ser descubiertos, entras en un probador, yo miro hacia todas direcciones y hago lo mismo.

Los espejos me ayudan a ver tu belleza en todas dimensiones, es un éxtasis de ti, deliciosa criatura, nos desvestimos envueltos en fuego, besándonos como si quisiéramos fusionar los labios con cada detalle de nuestros cuerpos. Tu cuello, labios, tetas... morder tus pezones duros, chuparlos completamente, una y otra vez, apretarlos… lamer tu vientre recorriéndolo lentamente… bajar tus calzones lentamente y besar tu sexo saboreando tu divina humedad por primera vez. Girarte lamiéndote completa, tu culo y sus detalles que nos dan más y más calor.

Me levanto y te pruebas los primeros calzones y sostenes, envolviendo tu cuerpo con una sensualidad absoluta, una fina perrita que quiere ser penetrada, diosa del placer sin tapujos, insaciable suavidad. Te acaricio y beso y abrazo fuerte apretando tu culo y tetas, pasando por encima y por debajo de tan calientes prendas que queman mis manos buscando tus humedades infinitas. Te pruebas el segundo conjunto y no puedo más, te tomo fuerte y penetro por el culo, te doy tan duro y rápido que te tengo que tapar la boca porque tus gemidos de placer son profundos y totales. Me clavas suavemente tus uñas y te penetro más y más fuerte mordiendo y besando tu cuello, apretando tus tetas y sintiendo como caen cascadas por tus piernas… bajo mi mano y comienzo a masturbarte con tres dedos y al instante me invitas a meterlos todos movidos por tus fluidos, ellos se vuelven un imán que no me permite más que estimularte sin fin. Nuestros gemidos y movimientos en el probador comienzan a llamar la atención… otra clienta se anima a mover la cortina del probador espiándonos… la vemos por el espejo y no nos importa… ella continúa ahí por unos segundos y te giro para que quedes frente a ella, mientras te sigo dando duro por el culo tu la besas y ella entra al probador… yo sigo dándote placer y tú y ella se besan fogosamente sin parar, yo le toco las tetas a ella y le desabrocho su blusa, tú le bajas el cierre de su mini y la acaricias su culo apretándoselo muy fuerte, le chupas las tetas, muerdes sus pezones, ella baja y bebe de tu sexo… lo lame y muerde… mete toda su lengua dentro de tu vagina… yo saco mi miembro de tu culo y ella lo chupa y chupa tu sexo… su lengua nos da placer a ambos mientras aprieto tus tetas y tu empujas su cabeza hacia nosotros. La tiras del pelo haciéndola que se pare, yo la tomo por detrás penetrándola y tu le besas su concha jugosa, mordiéndole sus labios de libertina y rasguñando sus piernas y culo mientras yo aprieto sus tetas. Nuestros gemidos están descontrolados y yo ya no me preocupo de tapar sus bocas…
Por detrás de las cortinas escuchamos la voz de una vendedora que nos dice que escapemos porque viene la jefa de tienda… damos las gracias con un beso a nuestra hada guardiana y nos vamos rápido como si nada.

sábado, noviembre 16, 2013

nuestro placer en lo alto


Este calor me hizo ir al cerro, tal vez la naturaleza me refrescaría, y que mejor en un Santiago vacío que verlo desde arriba. Cuando llegue al teleférico habían tres personas listas para subir. Una madre, su hija… y tú...

En el momento en que íbamos a subir, la pequeña se puso a llorar y prefirieron quedarse abajo, quedando repentinamente sólo nosotros dos. Suavemente comenzamos a mirar Santiago, el momento nos hizo tener cierta timidez, por lo que nos limitábamos a mirar el espectáculo. De pronto el teleférico se tambaleó, perdiste un poco el equilibrio y te fuiste hacia atrás tocando mi mano y chocándome un poco, lo suficiente para sentir que mi miembro estaba duro por ti... sonreíste lujuriosa y continuamos viendo el paisaje como si nada. Pero de nuevo tambaleó y esta vez aprovechaste el impulso girando rápido y abrazándome muy fuerte, y sin pensarlo ni por un segundo comenzaste a besarme y a tocar mi miembro duro por sobre el pantalón... yo apreté tu culo fuerte levantando tu mini falda y con el movimiento jugando por debajo de tu pequeño calzón... a los pocos minutos que bajaste mi cierre y me masturbabas, no soporte más bajando por tu cuerpo mientras nos besábamos y acariciábamos intensamente, te empuje hacia el asiento, baje más, corrí tu calzón y comencé a besar y lamer tu sexo penetrándote con mi lengua y acariciando tu perla... lengua y dientes eran el causante de tus gritos voluptuosos...

Paso otro teleférico junto a nosotros pero a mi no me importaba, sólo quería beber más de tu sexo, y a ti tampoco y gritabas sin verguenza de tu goce. Me levante y tú con toda la ropa abierta y excitada comenzaste a chupármelo como si fuera tu más delicioso caramelo... como tu chupete de niña traviesa, con todo tu calor no pude más y explote mi placer en tu boca y cara... y así con toda mi leche en tu rostro te pare, gire y comencé a penetrarte... ambos disfrutando de Santiago, el gran testigo de nuestra lujuria desenfrenada. El calor de tu sexo me exprimía, pero mi miembro en vez de volverse pequeño por la intensidad, se agrandaba más y más y tú gritabas emitiendo el sonido más bello que pueda existir...

Volviste a acabar y yo también, pero ahora derrame mi leche en tus nalgas duras. El viaje ya terminaba pero nosotros no, no podíamos parar y cada vez estábamos más y más cerca. Ya no quedaba tiempo y seguíamos, hasta que casi llegábamos y mucha gente nos veía... me subí el pantalón y tú arreglaste tu ropa. Te ayude mientras te limpiabas mi leche con la mano, y al mismo tiempo que lo hacia, metía mis dedos en tu boca para que la lamieras.

Llegamos al final del viaje, nos bajamos caminando hacia lados opuesto. Más allá tu madre te esperaba, y a cierta distancia ambos giramos... sonreímos, me hiciste un guiño y lanzaste un beso.

belleza en dos ruedas


Hace un rato te seguía en mi bici, tu forma de pedalear, de moverte… una sensualidad inusitada o que por lo menos no había visto sobre ruedas.

Cada cierta distancia te levantas para tomar más impulso y en cada energía renovada provocas una explosión de deseo. Me da lo mismo a donde nos dirigimos, estando junto a ti todo será placer. Te vuelves a levantar y se asoma bajo tu mini un culo irresistible acariciado en cada pedaleada por una pantaleta roja. Cruzas la avenida y para no perderte me acerco demasiado, estamos juntos esperando el semáforo, intento mirar hacia otro lado, pero no puedo… te admiro y mis ojos son testigos de tu belleza plena, giras tu rostro y nuestras miradas se clavan… sonríes, cambia el semáforo y partes.

De nuevo voy tras de ti, ahora cada tanto miras hacia atrás y vuelves a sonreírme, nos reímos sensualmente juntos. Cruzas la última calle antes de llegar al parque, me miras por última vez, pero ahora muy seria y audaz, como invitándome a un lugar especial, te sigo, avanzamos rápido entrando al parque y pasando por sus senderos, hay varias familias, algunos paseando sus perros, parejas besándose, y tú tomas la delantera repentinamente, yo voy pegado a ti… cruzamos unos matorrales, arbustos, árboles, y entramos por una especie de puerta imaginaria a un lugar interior al centro de grandes y tupidos arbustos, te estacionas y me miras fijamente… yo me detengo de golpe junto a ti y nos comenzamos a besar y abrazar sin siquiera bajar de nuestras bicis… no hay tiempo para nada, sólo podemos gozar de nuestros impulsos… la naturaleza no se puede equivocar, debemos fusionar nuestros cuerpos en pasión pura.

Desabrocho tu blusa acariciando tus tetas, que delicia tocar tales fuentes de placer, apretarlas, lamerlas, una y otra vez… y morder tus pezones, recorrerlos con la lengua, jugar con los dientes sintiendo su dureza excitante y delirar con tus gemidos sin censura dejándote ir en manos de las sensaciones más intensas llegando al clímax… besar tu cuello, morderlo suavemente, tus oídos, tomarte fuerte del pelo dirigiendo tu boca hacia mi boca, besándote desenfrenadamente.

Soltamos las bicicletas y continuamos los besos, me bajas el cierre rápido y comienzas a masturbarme, a lo lejos escuchamos las voces de niños jugando y algunos adultos, pero lo más fuerte es el sonido de los pájaros, un canto como si nos festejaran felices por todo este sexo sanador y natural en la ciudad… aprietas mi pico con toda tu fuerza y con la misma lo sigues masturbando, te encanta, te pone puta apretarlo con toda la fuerza que tienes y ver como me gusta y se pone más y más duro y grande. Me arrodillo frente a ti y comienzo a beber de tu concha jugosa, carne viva y lujuriosa que se deleita al máximo cuando la beso, lamo, succiono una y otra vez… y otra y otra… mordiendo suavemente tu clítoris… jugando con él y mis dedos, dientes y lengua… bebiéndote toda y metiéndome por entre tus piernas para poder chupar tu culo, lamerlo y explorar con mis dedos metiéndolos y sintiendo ese calor profundo y único.

Te tiro al suelo, me monto sobre ti y te doy por el culo mojado y dilatado como gritándome para que esté ahí. Te doy fuerte y te duele y te gusta, me detengo para ver si te duele y me dices que siga, que no me detenga… de tus ojos brotan lágrimas de placer, me pides más duro y más y más…
Giramos y tú te montas sobre mi y comienzas a cabalgar… tu sexo moja mi miembro… y como galopas, como una diosa danzando con movimientos circulares y en todas direcciones y cambios de ritmo… placer, pasión, lujuria… todo gracias a tu forma de mover, tu cuerpo de mujer perra… caliente, vuelta fuego, quemándolo todo, insaciable dispuesta a no parar más… acabando una y otra vez… y al rato otra y gimiendo y gozando.

De pronto sentimos voces de niños que están entrando a nuestro templo de pasión… nos reímos como agradeciéndonos este inolvidable momento. Nos vestimos rápido tomando nuestras bicicletas y salimos caminando por la otra dirección… vamos en silencio, nos miramos, sonreímos…
Te subes a tu bici, te doy un intenso beso y me voy…

viernes, noviembre 15, 2013

fiextasis


Bailar sin parar, solo para ir al bar a buscar algo de beber, una noche plena, buena temperatura, música genial y chicas bellas bailando como diosas en un ritual de energía sensual, luces que impregnan sus cuerpos con los más bellos colores volviendo irresistibles sus volúmenes, deseos de tocar, acariciar, oler, besar, cabellos flotando al ritmo frenético del placer.

Comienzo a bailar solo junto a varias chicas que también lo hacen, y un poco más allá apareces tú, bella y sexy, contorneándote, casi flotando al ritmo de tu lujuria interior, hipnotizando todos mis sentidos que ya no se fijan en nada más que en cada detalle de tu cuerpo vivo, energético y lleno de deseo en erupción. Al ritmo de la música cruzamos nuestras miradas, reímos, nos acercamos hasta rozar nuestros cuerpos, giros, tus senos por mi brazo, y luego espalda, me rodeas y yo a ti tocando con mi miembro tu culo, volvemos tomar distancia y seguimos vibrando con la música.

De pronto dejas de bailar y te alejas de la pista, te sigo, vas al baño, voy de cerca y tú te das cuenta pero no te importa, volteas cada tanto y me sonríes, como llamándome sin hacerlo para que te siga. Al instante de llegar no hay cola y la puerta del de mujeres se abre saliendo una chica, tu rápido entras, yo me apresuro y sujeto la puerta cuando la ibas a cerrar, nos miramos a los ojos, tú seria, yo temeroso que llames a los guardias, vuelves a intentar cerrarla y yo la sujeto más fuerte, con mi otra mano tomo la tuya obligándote a soltar la puerta y entro junto a ti con la fuerza de un intenso beso, cierro con mi pie mientras te abrazo y beso por el cuello y boca, acaricio tu culo, lo aprieto, meto fuerte una mano dentro de tu jeans apretando tu culo, con la otra subo tu polera y comienzo a lamer tus senos, te desabrocho rápido para acariciar tu sexo, primero por sobre tu diminuto calzón, un monte de Venus glorioso y la respiración que te agita inflando tus senos con mis caricias, gimes en mi oído mientras juegas con tu lengua mordiéndome el cuello, me besas y rasguñas, me sacas la polera y desabrochas el jeans, te tomo y levanto sentándote en el lavamanos, seguimos besándonos y corriendo tu calzón comienzo a masturbarte con dos dedos, los meto suave, fuerte, lento, rápido, acariciando tu interior jugueteando con tu punto G, controlando tus gemidos y placer al masturbarte, tus líquidos de placer comienzas a mojar mis manos y tus piernas. Saco mis dedos para meterlos en tu boca, los lames bebiendo de tu propio elixir, me fascina cuando sientes el sabor de tus fluidos. Tú también me masturbas, mi pico en tus manos crece como nunca, lo sabes tratar, lo aprietas con toda tu fuerza y más grande y duro se pone, nos tocan la puerta del baño, parece que se comienza acumular personas afuera. Corro tu calzón y te penetro, gritas y nos escuchan, nos besamos y lamemos la boca y el cuello mientras lo hacemos, mi miembro duro como fierro roza fuerte tu clítoris intensificando las sensaciones, tapo tu boca, muerdo tus pezones, te penetro más fuerte y más rápido, me muerdes la mano, te giro y penetro por el culo, gritas, esta seco, lo saco, te mojo con saliva y te lo vuelvo a meter, gritas de nuevo pero ahora me atraes con tus manos hacia ti, penetrándote hasta el fondo, me pides que lo haga rápido, ya no das más de placer, con mi mano te masturbo, con la calentura meto cuatro y luego los cinco dedos, no me detienes, estas tan caliente que te gusta, lo único que quieres es que te penetre por todas partes, con mi otra mano aprieto tus tetas y la meto en tu boca, me chupas la mano mientras la otra te penetra, saco algunos dedos para penetrarte y al mismo tiempo masturbarte, acabas en mi mano y yo en el fondo de tu culo, meto mis dedos en tu boca para que sigas chupando tus fluidos, sigo dándote duro por el culo, te vuelvo a girar y levanto tus piernas poniéndolas alrededor de mi cuello, penetro tu sexo que siente mucho más intensamente gracias a la posición, la entrada de la vagina se vuelve mucho más pequeña y gozamos más tanto tú como yo, aprietas mi pico con tu músculo al interior de tu pelvis, lo exprimes… cuanto placer… tus labios… tu clítoris que crece y nos baña en lujuria.

Tocan la puerta muy fuerte y nos gritan, con la intensidad de lo que vivimos y como te penetro y chupo las tetas, vuelves a acabar, yo voy por lo mismo, rápido bajo tus piernas, saco mi miembro, te tomo del pelo y te hago bajar, tú lo haces con gusto, lo metes en tu boca chupándolo completo y luego lamiéndolo por los lados, masturbándome y chupándolo a la vez y acabo dentro de tu boca, tus labios y pasas la cabeza por tus mejillas. Te pones de pie, nos vestimos, apagamos la luz y abrimos la puerta saliendo rápido, te tomo de la mano, corremos por el pasillo y nos vamos a bailar.