viernes, noviembre 15, 2013

entre pisos


Además de la vista, en los edificios altos el viaje en ascensor puede ser divertido, ver todo tipo de gente, algunos saludan, otros hacen como si no existieras, otros miran con recelo, o temor, algunos te hablan del clima, o lo que les pasa en la vida. Están los que llevan mascotas, perros grandes y pequeños y agudos, bicicletas, la familia de visita donde la abuela, los ejecutivos de reunión, los motoboy o comida a domicilio. Pero hoy estaba realmente lleno, este sube y baja parando en cada piso, dejando y recibiendo más gente, casi no podía respirar presionado por unos guatones tóxicos y una señora media mala onda. En el piso 17 se comenzó a vaciar, un esperado respiro, y de pronto se mueve un tipo hacia el vidrio y apareces tú… bella, profunda, mirando hacia un lugar secreto e íntimo… y cálido y excitante.

El calor mata y llevas una mini, zuecos altos y una polera de tiras delgadas, y para el delirio de muchos no llevas calzones, natural inocencia, deliciosa lujuria de curiosidad. Quedamos solo tres en el ascensor, en el piso 26 baja la última y ahora somos solo nosotros, recién me doy cuenta que por lo lleno, ni siquiera había presionado un piso y tú vas al último, yo hago como si también, no puedo dejar de mirarte, tu belleza pícara es demasiado fuerte, penetra recorriendo todo mi cuerpo, erizando la piel, aumentando mis latidos, transpirando… volviéndome deseo. Tú sonríes, acaricias tu pelo y con infinita sensualidad continúas el movimiento pasando por tus senos, vientre y terminando en tus piernas. Avanzas hacia mi, vuelves a sonreír, pones tu dedo en mi boca para que guarde silencio, me das un suave beso y bajas, abres mi cierre, desabrochas el botón y sacas mi miembro durísimo, pasas tu lengua por su cabeza, suave, hacia un lado y otro, envolviéndolo y metiéndolo en tu boca hasta el fondo, otra y otra vez, para luego volver a envolverlo con la lengua y seguir tragándolo hasta el fondo, más y más y una y otra vez, y suave y fuerte y de nuevo suave y dulce sin poderlo resistir más me haces acabar y grito de placer, te tragas todo y me tienes a tu merced, te paras y me aprietas fuerte contra el ascensor, me tomas con una pierna levantada, con una de tus manos corres tu diminuto calzón y con la otra empujas mi culo hacia ti, te penetro hasta el fondo, estás muy lubricada, te lo meto una y otra vez hasta los cocos entran en tu templo húmedo, todo mi ser quiere estar dentro tuyo, mis piernas ya se bañan en tu cascada, disfruto tanto tu humedad que no resisto más y me bajo a beber de ti… chupo tus piernas, tu culo… te recorro, meto mis dedos en busca de más placer líquido y lo esparzo por ti, más y más, y por mi cara y mi pecho y mis brazos, estamos hidratados por tus afrodisiacos fluidos y ellos nos guían por el infinito placer.

Llaman al ascensor desde arriba, lo aprietas para detenerlo, sigo lamiendo tu sexo, no me puedo detener y tus gemidos aumentan todo el calor que vivimos, ahora lo llaman desde abajo, lo vuelves a detener. Estamos en llamas, me paro, te doy vuelta, escupo tu culo y te penetro por él fuerte, rápido y hasta lo más profundo donde nace tu calor, gritas de placer y dolor, me pides que no me detenga y gritas y gritas, salen lágrimas de tus ojos y me pides que te de más fuerte. El ascensor de desengancha y ahora se mueve, esta subiendo y no lo podemos detener y nosotros tampoco nos podemos detener, aprieto tus tetas mientras sigues envolviendo fuerte y suave mi pico en tu culo, tus pezones duros y parados, tu sexo desbordando grandes olas de goce. No nos podemos detener, estamos ardiendo, ya escuchamos las voces de la gente que espera al ascensor, no nos detenemos, muerdo y beso tu cuello, mojo tus pezones con el líquido de tu perla… cada vez están más cerca, tapo tu boca para que no escuchen nuestros gritos… están cerca… me presionas con tu brazo hacia ti para no parar, pides más y más fuerte… y de súbito se abre el ascensor...

1 comentario:

  1. ese es final....cada vez mas acelerado todo el acontecer... dan ganas de estar ahí....

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