Además de la vista, en los edificios altos el viaje en
ascensor puede ser divertido, ver todo tipo de gente, algunos saludan, otros
hacen como si no existieras, otros miran con recelo, o temor, algunos te hablan
del clima, o lo que les pasa en la vida. Están los que llevan mascotas, perros
grandes y pequeños y agudos, bicicletas, la familia de visita donde la abuela,
los ejecutivos de reunión, los motoboy o comida a domicilio. Pero hoy estaba
realmente lleno, este sube y baja parando en cada piso, dejando y recibiendo
más gente, casi no podía respirar presionado por unos guatones tóxicos y una
señora media mala onda. En el piso 17 se comenzó a vaciar, un esperado respiro,
y de pronto se mueve un tipo hacia el vidrio y apareces tú… bella, profunda,
mirando hacia un lugar secreto e íntimo… y cálido y excitante.
El calor mata y llevas una mini, zuecos altos y una polera
de tiras delgadas, y para el delirio de muchos no llevas calzones, natural
inocencia, deliciosa lujuria de curiosidad. Quedamos solo tres en el ascensor,
en el piso 26 baja la última y ahora somos solo nosotros, recién me doy cuenta
que por lo lleno, ni siquiera había presionado un piso y tú vas al último, yo
hago como si también, no puedo dejar de mirarte, tu belleza pícara es demasiado
fuerte, penetra recorriendo todo mi cuerpo, erizando la piel, aumentando mis
latidos, transpirando… volviéndome deseo. Tú sonríes, acaricias tu pelo y con
infinita sensualidad continúas el movimiento pasando por tus senos, vientre y
terminando en tus piernas. Avanzas hacia mi, vuelves a sonreír, pones tu dedo
en mi boca para que guarde silencio, me das un suave beso y bajas, abres mi
cierre, desabrochas el botón y sacas mi miembro durísimo, pasas tu lengua por
su cabeza, suave, hacia un lado y otro, envolviéndolo y metiéndolo en tu boca
hasta el fondo, otra y otra vez, para luego volver a envolverlo con la lengua y
seguir tragándolo hasta el fondo, más y más y una y otra vez, y suave y fuerte
y de nuevo suave y dulce sin poderlo resistir más me haces acabar y grito de
placer, te tragas todo y me tienes a tu merced, te paras y me aprietas fuerte
contra el ascensor, me tomas con una pierna levantada, con una de tus manos
corres tu diminuto calzón y con la otra empujas mi culo hacia ti, te penetro
hasta el fondo, estás muy lubricada, te lo meto una y otra vez hasta los cocos
entran en tu templo húmedo, todo mi ser quiere estar dentro tuyo, mis piernas
ya se bañan en tu cascada, disfruto tanto tu humedad que no resisto más y me
bajo a beber de ti… chupo tus piernas, tu culo… te recorro, meto mis dedos en
busca de más placer líquido y lo esparzo por ti, más y más, y por mi cara y mi
pecho y mis brazos, estamos hidratados por tus afrodisiacos fluidos y ellos nos
guían por el infinito placer.
ese es final....cada vez mas acelerado todo el acontecer... dan ganas de estar ahí....
ResponderBorrar