domingo, enero 05, 2014

en el cuarto de al lado


Al volver, en el restorán disfrutan de un pianista de jazz y bossa nova acompañado de una placentera voz femenina, dueto cálido y refrescante, me acerco a la barra, pido una caipirinha como antídoto a los abrazos del sol, la compañía perfecta para estos sonidos, respiro profundamente dejándome ir. Camino hacia el ascensor con la mente en una ducha fría, se abre la puerta y marco el 11, salgo rápido y al entrar en mi cuarto lo primero que hago es llamar a recepción pidiendo otra bebida, me doy una ducha corta, llaman a la puerta, es mi copa, la tomo y salgo al balcón para prolongar mi mirada atravesando el océano. Pasado unos minutos, de la habitación de al lado apareces recién duchada, cubierta por una corta bata de satén con encaje que recorre tu espalda desde los hombros hasta tocar tus nalgas, te reclinas sobre la baranda entregándote a la vista y yo quedo hechizado con tu belleza, no puedo fijar mi vista en algo más, sobretodo porque sólo nos separa una pequeña reja art nouveau, el sexto sentido femenino funciona y vuelves la mirada hacia mi diciendo… “hola”, “hola”, “¿disfrutando de la vista?”, “totalmente, un verdadero sueño… ¿y tú?”, “pasando unos días con mi novio que se quedo pegado surfeando… y yo me aburrí y subí”, “ideal unos días de relajo… bueno, que disfrutes la estadía, chao”… me di vuelta y entre en mi habitación, al saber que estabas acompañada no supe que más decirte.

Es mi tercer día recorriendo los rincones del pueblo y llego exhausto directo al bar a pedir un vodka, a los pocos minutos arribas tú con una mirada algo triste, pensativa, ida, te miro de un extremo a otro de la barra y cuando volteas te saludo alzando el vaso, sonríes y me llamas con un gesto de cabeza, me acerco y me cuentas que discutiste muy fuerte con tu novio y que se fue azotando la puerta, te digo que no estés triste, que la vida da muchas vueltas y que todo estará bien… sonríes y comenzamos a celebrar la vida… brindando por cada uno de los aciertos y errores, arrepintiéndonos sólo de lo que no hemos hecho… y pasan y pasan las copas… creamos nuevas combinaciones, nuevos sabores, nuevas formas de beberlos… sabemos que lo único que se acaba es la vida y debemos aprovecharla, disfrutarla… al cabo de varias horas decidimos subir a descansar, ya fue suficiente, nos montamos en el ascensor, marcamos el 11 y a lo largo del viaje reímos al máximo, de nada, de todo, estamos felices, bajamos, caminamos por el pasillo tambaleando entre risas, te dejo en tu puerta y nos despedimos con un beso en la mejilla y un abrazo, sigo unos pasos hasta mi cuarto y me zambullo en la cama pensando en lo maravillosa que eres… luego de algunos minutos absorto en ti, la adrenalina y el alcohol me llevan de un salto al minibar, lo abro y comienzo a beber todas las mini botellas como sedante para tu maravilloso recuerdo… cuando queda la última salgo al balcón, la noche ya es profunda y estrellada, y como si la magia nos acompañara tú también estas afuera, recostada desnuda en una reposara esparciéndote crema hidratante por el cuerpo, corren chorros atravesando cada una de tus formas, las esparces lentamente con una sensualidad única, como si tus manos fueran de un amante invisible que recibes placentera, bebo la última pequeña botella y sin pensar ni resistirlo más salto la pequeña reja hasta tu balcón, das un brinco de impresión para luego estallar en carcajadas, me acerco sonriendo, tú bajas la intensidad de las risas convirtiéndolas en miradas de deseo, me inclino gateando hasta ti, comienzo a besar tus tobillos subiendo suavemente hasta llegar a tu entre pierna, sumergiéndome con mis labios en tus carnosos y jugosos labios puerta de los más intensos goces, lamo sus costados, tu clítoris que crece conforme lo acaricio, muerdo, absorbo, bebo… y tú tendida gimes, ríes, tiras de mi cabello y me exiges que no pare… tomo tus piernas extendiéndote en la reposera, me subo sobre ti acariciando con mi falo duro tus mejillas al mismo tiempo que reanudo el placer que doy y recibo de tu sexo, tú excitada al extremo persigues su cabeza hasta alcanzarla con tu lengua y ayudándote con las manos lo tragas completo, hundiéndolo una y otra vez todo lo que te permite tu garganta, lo sacas y lo recorres con tu lengua para luego volver a meterlo en tu boca, como un aguijón yo te penetro con mi lengua hundiendo toda mi cara en busca de tu punto G, mientras con mis dedos acaricio tu culo y jugueteo entrando y saliendo de tan divino pequeño orificio… me levanto, te giro y deslizo hacia abajo penetrándote con mi miembro tan duro como excitada me pides que lo haga, fuerte, te doy como quieres embriagados de lujuria… te tomo de la cintura levantándote hasta que te sientas sobre mi cabalgando veloz y ligera cumpliendo los designios de tu mente voluptuosa y libertina, tienes el control de nuestro delirio amoroso, nos dejamos llevar por los cuerpos guiados por la sabiduría de nuestra naturaleza indómita y plena, somos uno entre gemidos, meneos, sudor, lubricidad, besos y piel…
Se encienden las luces de tu cuarto y a través del vidrio vemos los rostros desconcertados de tu novio junto a dos amigas y un amigo…

viernes, enero 03, 2014

fruta gustosa


Atrapados en un taco junto a una compañera de trabajo, reímos repasando los detalles de la extenuante reunión donde al fin todo salio bien, el pausado viaje en taxi poco a poco bajan nuestras revoluciones en un convulsionado día más en la ciudad. Me despido y bajo en la esquina a una cuadra de mi departamento, camino aún algo acelerado, paso por fuera de cafés favorecidos por una clientela siempre diversa e incesante, un restorán que ya cuenta con sus primeros comensales y una tienda de objetos curiosos para el hogar, decenas de personas, historias, vivencias, miradas que me murmuran que aunque están felices, siempre esperan que pase algo más…

Más adelante veo que ya abrió una pequeña y acogedora tienda que hace semanas estaba en construcción, al entrar con sedienta alegría me doy cuenta que se trata de venta de todo tipo de bebidas de fruta natural, entro, me gusta la alegría de sus colores y olores, y la simpatía de las chicas que atienden, pido un heladísimo jugo de piña, pago, y cuando comienzo a girar para irme, desde el fondo se abre una puerta irrumpiendo una ola de luz, suavidad y belleza embriagadora… tú, delicada y vaporosa avanzas y atiendes sonriendo a un nuevo cliente, yo me quedo inmóvil y cautivado por unos segundos, para luego despertar e irme con una inspiradoramente inexplicable sensación.

Los últimos días mi mente ha sido visitada por ti… y tú, agradable forastera me haz llenado de preguntas para las cuales no se si quiero respuestas, sólo me gusta recordarte y desearte, aquella seductora sensación de felicidad…
Hoy me regale unos minutos para visitar una librería, un alto en la ruta siempre confortable para descubrir nuevos nortes. Recorro muy muy lentamente cada pasillo, intentando sumergirme en mundos polifacéticos hasta dar con el elegido, los toco, miro, ojeo al azar, despliego las alas de mi instinto para dar con las palabras que transformarán el día, doy pasos sin rumbo fijo, más bien erráticos sólo esperando, contemplando… y como sólo ocurre en la vida real, varios pasillos más allá estas tú sumida leyendo, ágil y aprovechando tu concentración me escabullo hasta llegar un par de pasillos por tu espalda, arranco una hoja de mi libreta y te escribo lo que siento… avanzo sigiloso sin que percibas mi presencia, y al pasar justo por detrás dejo caer una nota en el bolsillo de tu vestido continuando mi camino lo más rápido que puedo, salgo de la librería y sin más me alejo… y así pasan los días buscando la forma de seguir sembrando más notas que cuenten el relato de lo que siento… en tu bicicleta, bajo el vaso de un cliente en la tienda, por debajo de la cortina cuando cierran, todo lugar es fiel cómplice de los sentimientos ardientes de este verano complaciente.

El sol se oculta por hoy entrecruzando los mundos con sus colores, retorno por la acera de la tienda de jugos, esta todo en silencio y su vidriera plegable cerrada, me detengo un par de segundos que son recompensados cuando detrás del mostrador te levantas tú, me miras y explota aquella sonrisa de mirada y labios generosos, te hago un gesto para que abras, sin pensar lo haces, y al anunciarse apenas un espacio que nos conecta, lanzo una avalancha repitiendo todas las notas que te he escrito, tú con los ojos flotando en lágrimas felices quedas inmóvil sin palabras disparando directo a mi corazón, cae una gota, yo termino de abrir lo suficiente para entrar y cierro nuevamente, te abrazo tan intensamente que nos convertimos en uno, giramos junto a un primer beso que se prolonga convirtiéndose en otro y otro y otro más, acariciamos ansiosamente nuestros cuerpos hasta llegar detrás del mostrador, las únicas luces están lejos, todo es penumbra, nuestro delirio amoroso nos lleva a topar con uno y otro costado, sin querer se enciende una de las jugueras que comienza a mover el zumo que tenía dentro, te tomo del culo levantándote hasta sentarte sobre la tabla, y al hacerlo me sumerjo entre tus piernas abandonándome al placer, lamo y beso tus piernas hasta llegar a la humedad y calor de tu sexo, voy a colmarte de caricias como premio a la fuerza del imán de tu corazón, lamiendo cada detalle hasta beber el elixir desde tu perla, gimes dulcemente, aprietas mi cabello hacia ti dejándote llevar por las razones de la piel, te bajo del mostrador dejándonos caer en nuestro delirio amoroso, con sólo estar tan cerca das más y más fuerza a mi miembro, te masturbo y tú lo haces conmigo, te beso, lamo y muerdo mil veces, la humedad me succiona a tu santuario ¿gozas cómo penetra? esclavos de la voluptuosidad gemimos gustosos, siento como aprietas mi falo, te masturbo por el culo y con la otra mano te ofrendo palmadas y caricias en tus nalgas, las aprieto, que delicia sentir tu clítoris frotar mi miembro… bajas, lo metes en tu boca succionándolo profundamente estimulando mi semen, giro para lamer el pequeño orificio de tu trasero, al tiempo que masturbo vigorosamente tu perla… con nuestros incesantes movimientos, más el propio de las máquinas, comienzan a caer los jugos sobre nosotros… naranja, piña, manzana, pera… todos refrescantes sabores que nos bañan, caen cubriendo nuestros cuerpos emulando las olas de humedad que estallan desde tu sexo… cubiertos de líquidos no resisto más el intenso calor de tu culo y me aventuro en la lujuria de las paredes de tu ano, como me absorbe y exprime, sabroso deleite frutal, gimes más y más, me obligas a no detenerme, la cautivante fiesta de sabores y aromas, la seductora alegría de nuestros cuerpos… jamás he conocido una sensibilidad como la tuya… te sientas cabalgando sobre mi, bebo las últimas gotas que corren por tus pezones, nos besamos y suavemente caemos recostados sobre el suelo… aún dentro de ti nos quedamos abrazados entre besos, líquidos frutales, sexuales y miradas… reímos, nos acariciamos, nada más existe…

jueves, diciembre 12, 2013

mi amiga y su nueva amiga


Suena el celular, es una de mis mejores amigas, está muy misteriosa y me pide que nos reunamos pasado el medio día en un pintoresco café al que hemos ido en otras ocasiones, a pesar de que insisto en preguntarle no quiere adelantarme nada. Al llegar ella ya está sentada y por el movimiento de sus manos puedo notar el nerviosismo, me preocupo, al verme se levanta saludándome y nos sentamos rápidamente, le pregunto que ocurre que me tiene asustado, y me dice que nada grave, sólo algo que ha decidido hacer luego de muchos años de olvido y un último sueño premonitorio, y que yo soy el único en quien confía lo suficiente como para ayudarla, me rio y le pido que me cuente de una vez. Luego de muchas vueltas, pasando por momentos de su infancia y adolescencia, me cuenta que su mayor fantasía sexual no cumplida es estar con otra mujer y que ha llegado el momento de hacerlo, pero que no sabe cómo concretarlo ni con quién, y que ahí entro yo, quien debe ayudarla a solucionar el enigma, y antes de que diga una sola palabra se apresura en aclararme que ella no quiere por nada hacerle sexo oral a una mujer, sólo busca muchos besos y chupar y acariciar sus senos. La miro fijamente con una sonrisa tranquilizadora, le tomo sus manos diciéndole “no te preocupes por nada, feliz te ayudaré”, veo sus ojos llorosos, se lanza en mis brazos y me da un sentido beso en la mejilla.

Luego de un par de días pensándolo he llegado a la convicción de que lo mejor será acudir a una profesional, que sepa lo que hace, tenga paciencia, altura de miras en las peticiones y que nada le parezca incómodo o sorprendente, y conociendo a mi amiga además deberá ser hermosa, idealmente joven y con clase. La llamo para comentarle mi idea, ella comienza negándose rotundamente, que cómo se me ocurre, y poco a poco comienzo a explicarle, a que vea lo favorable, discreta y excitante de la aventura, su fantasía transmutada en realidad inolvidable. Ella acepta entusiasta y ansiosa, al mismo tiempo que me exige que antes debe conocerla, a lo cual le digo que por supuesto y que nos juntemos mañana mismo. La reunión queda fijada en un café del barrio de negocios cerca de su oficina, cuando estoy muy cerca me doy cuenta que me espera en la esquina, llegamos pasado las 17 hrs. y nuestra posible nueva amiga ya llego, la reconocemos por la blusa rosa semi transparente que nos mencionó por mail para identificarla, está en una de las mesas de afuera, con las piernas cruzadas, falda tubo negra sobre la rodilla, y zapatos taco aguja negros suela roja. Me adelanto un paso y la saludo diciendo “Débora verdad?”, cortésmente le presento a mi amiga y comenzamos a hablar de trivialidades para romper el hielo y entrar en materia, mi amiga inesperadamente toma el control de la conversación y comienza a preguntarle sobre su vida, pasatiempos, y desde cuando trabaja en esto, la chica se ríe y muy relajada contesta a la avalancha de curiosidad, sin antes mencionar lo nuevo que le parece tener que conocernos hoy, también me pregunta si yo estaré presente y si participaré de la acción, a lo cual mi amiga le responde que estaré pero sólo de espectador. Me doy cuenta que está contenta y excitada, lo noto por como cruza sus piernas, acaricia su pelo, descubre entusiasmada temas en común, y se ordena la blusa rozando sus senos. La reunión ha sido un éxito y quedamos para mañana a la media noche.

Llegamos a la habitación de un hotel boutique céntrico, lejos del departamento de mi amiga y a algunas calles del mío, no se bien por qué pero ella quiso estar lejos de su vida pública para esta fantasía. Debo decir que está bellísima, realmente infartante, lista y a la altura de una imborrable cita. Me pide un whisky con hielo, abro el minibar y preparo dos para calmar la ansiedad y los nervios, con mi vaso camino hacia la cómoda y pongo algo de música sensual, le hablo de otro tema para que se relaje, reímos, le digo lo hermosa que se ve, acaricio su cabello, y tocan a la puerta… abro, finalmente es ella, con maquillaje suave ideal para su mirada penetrante, camiseta totalmente de encaje negro ceñida al cuerpo, brasier del mismo color, falda bandage gris muy ajustada, y zapatos taco aguja y plataforma negros, me saluda chispeante con un beso entre labios y mejilla, y luego camina como por una pasarela para saludar a mi amiga, sin duda es la mujer perfecta para que cumpla sus deseos. Deja su bolso satchel sobre una silla, lo abre y saca varios juguetes para chicas dejándolos sobre la cómoda diciéndole “por si te animas”, yo me siento en silencio en mi rol de espía desde una esquina, ella sirve tres whiskys, le lleva uno a la clienta, otro para mi y el último lo bebe mientras conversa, se sienta en la cama junto a mi amiga mientras comienza a acariciar suavemente una de sus piernas, luego su pelo, y baja con sensuales besos por el cuello, desabrocha uno a uno los botones de la blusa metiendo la mano en sus senos, los aprieta fuerte y delicado, le termina de sacar la blusa soltando el brasier para chupar sus pezones, lo hace y mi amiga inmóvil gime recostándose paulatinamente, aún no se atreve a participar, sólo deja que Debby actúe haciendo lo que quiera con ella. Baja por su vientre hasta llegar a las puertas de su sexo mientras manosea sus senos, vuelve a subir y comienza a besarla larga y suavemente, al mismo tiempo que baja el cierre de su propia falda, se detiene para quitar su camiseta y brasier volviendo rápido a los besos, con sus hábiles manos quita la falda de mi amiga quedando ambas solo con sus colaless, besos, abrazos, giros, juguetean por quién queda arriba y abajo, y los besos crecen en intensidad con las lenguas penetrando sus bocas, con gran delicadeza nuestra nueva perversa comienza a rozar el sexo de mi amiga, ella se niega pero atacada con pasión se deja dominar permitiendo que los dedos comiencen a entrar uno en uno mientras es besada, sus gemidos se vuelven muy fuertes, está en éxtasis, goza sin pudor alguno, descubre nuevas formas de su lujuria. Los dedos ya no son suficientes, su clítoris exige una lengua hasta ahora desconocida de mujer diestra, y con exquisita sutileza se cumple el mandato, mi amiga la toma del pelo oprimiéndola hacia ella, grita de placer, es puro descontrol, y de súbito me llama pidiendo mi miembro en su boca a lo que acudo con prontitud y una erección de proporciones digna de la ocasión, con un movimiento rápido nuestra profesional va a la cómoda y trae un consolador doble, como una seda mete un extremo en mi amiga y el otro en ella, y se deleitan mutuamente con la explosiva energía de dos diosas libertinas, con tan bellas imágenes hago erupción dentro de su boca, y ella complacida lo bebe apartándome y acabando junto a su ocasional amiga. Vuelven a cubrirse de besos y abrazos, siento que llego el momento de salir a tomar aire, sin que se den cuenta las dejo en el regocijo de sus pieles desnudas y plenas…

domingo, diciembre 08, 2013

naturalmente juntos


Lejos de bocinas, tacos, y toneladas verticales de hormigón, acabamos de arribar al campo, la esperada belleza natural, indómita y liberadora. Brisas que atraviesan por cada uno de mis poros, respiración profunda que limpia el envilecimiento de la sociedad, mirada que no termina de viajar a través del inagotable horizonte, por fin paz. Nuestro refugio, recordando tiempos de aventura, es una carpa iglú ideal para mis dos amigas y yo, un oasis de armonía, encanto y feromonas. Algunos metros hacia el este corre un pequeño riachuelo, y junto a nuestra carpa por un lado una simpática familia y por el otro una pareja que hemos distinguido bañándose a lo lejos. El lugar es vasto y todos nos deleitamos en una porción de este paraíso.

El atardecer nos cubre con su manto naranja reuniendo a todos los visitantes junto al fuego, espontáneamente se nos unen padre, madre y sus dos pequeños, conversamos y reímos junto a ellos, son del norte muy extrovertidos, divertidos y empáticos, mil anécdotas que repasar sobre todo mientras vemos avanzar los minutos navegando en algunas copas de vino. Vuelve la pareja de un paseo sumándose con más risas, historias y bebidas, cae la noche, los niños se van a dormir y luego de momentos de arrullo vuelve la madre deseosa de más relajo. Hojas de eucaliptos que chocan arropándonos con su perfume, zarzamoras impregnándonos de dulzura, agua pura que baja por misteriosas rutas desde la cordillera, naturaleza plena que nos regala una nueva vida, es de noche y estamos felices. Inmersos en alegría alguien propone ir al agua, y entre gritos y risas todos aprobamos la idea, salvo el matrimonio que por razones obvias se excusa despidiéndose entre abrazos y besos. Cada cual toma sus vasos y copas, y nos vamos al riachuelo.

Cuanta energía, la naturaleza nos carga y nosotros somos transmisores entusiastas de su sabiduría. Aunque el agua no alcanza a cubrir nuestras piernas, nos lanzamos entre juegos, piruetas, y estimulantes roces. Una de mis amigas se sumerge saliendo de súbito del agua, cae en mis brazos y me da un gran beso, momento en que la otra llega por mi espalda reuniéndose en el abrazo y el beso, nos reímos muchísimo, explosiones de agua, fiesta, naturaleza, y la pareja que nos acompaña no se queda atrás, giran, brincan, cantan, con pequeños zambullidos se unen a nosotros, entre todos nos lanzamos agua disfrutando chispeantes momentos, a ratos nos detenemos y conversamos para que alguno comience el juego de nuevo, repentinamente entre el festejo por primera vez me fijo en ti, si tú… bella, efervescente, luminosa como mi estrella en el cielo negro, cuando puedes tú también me miras, no como se mira esta conmovedora naturaleza, si no como el reencuentro de almas que se pertenecen… sólo un pequeño detalle, estás con tu novio. Luego de emancipados y largos minutos mis amigas salen del agua, seguidas por tu pareja que te llama, toma tu mano y te lleva lejos del agua, mis amigas me llaman y nos vamos todos riendo hacia las carpas. Al llegar nos quedamos un tiempo junto al fuego, una de mis amigas se va a dormir, la otra me da un beso susurrándome que las siga, y lo hago… tú y tu pareja se quedan.

No puedo dormir, salgo de la iglú sentándome a pensar contemplando las brazas, a los pocos minutos tú también sales, te sientas junto a mi, nos miramos, cruzamos un par de palabras para inevitablemente comenzar a besarnos, los sentimientos van y vienen como las nubes, quedándose con nosotros los más excitantes y placenteros. Te tomo de la mano y nos internamos en el campo, altos y extensos pastizales, giramos con abrazos y besos, corremos, reímos, atravesamos un pequeño bosque hasta alcanzar una pradera con aromáticas flores silvestres acostándonos en su nido. Acabo de nacer a la intensidad de los sentimientos… abro los ojos, me haz traído a una nueva vida, suavemente te penetro con movimientos cada vez más profundos y veloces, exploro toda tu piel descubriendo extasiado tus núcleos de placer, festejo con tus pezones, muerdo y lamo tu cuello, oídos, hombros, pechos, te aferro a mi queriendo ser uno, los movimientos son lujuriosamente violentos haciendo flotar pétalos sobre nosotros… mi lengua rasposa baja hasta tu sexo, y con delicadeza se mueve esclava de sus latidos, humedad y abultamiento, me meto entre tus labios bañando mi rostro desenfrenado, lo recorro completo llegando hasta tu ano, para volver a subir quedándome hechizado en tu pequeño y duro órgano carnoso… me tiras del pelo subiéndome hasta volver a besarme, los pájaros comienzan a cantarnos, el amanecer nos ilumina, me paro para distinguir a donde estamos, gracias a mi gesto te sientas lamiendo mi falo, cierros los ojos y disfruto la tibieza del tierno sol y el confortable fuego de tus labios, tomo una de tus manos poniéndote de pie, alzo una de tus piernas hasta mi hombro para volver a estar duro dentro de ti, con nuestro movimiento decenas de pájaros vuelan, mientras entro y salgo de tu interior aprieto tu culo deslizando mis dedos hasta lo más hondo que puedo de tus entrañas, me inclino levemente para besar como súbdito tus pezones, tus senos, tu vientre, tus brazos, tus dedos, qué es este éxtasis que nos ama, que sale de ninguna parte, de todas partes, una avalancha de perversión y ternura… mi dulce amor, por fin.